Termoeléctrica Pirquenes: Una decisión irresponsable e irracional

Termoeléctrica Pirquenes: Una decisión irresponsable e irracional

19 Diciembre 2011

Aunque la autoridad intente convencer a la comunidad que estas termoeléctricas traerán beneficios es importante ahondar en los efectos negativos que conllevará una concentración de plantas termoeléctricas. Por Pedro Arrey Garrido, Director CODEFF Concepción

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En un radio de 20 km. se están desarrollando en total cinco termoeléctricas: cuatro en Coronel y una en Laraquete, por ello planteamos que es irracional. Es irresponsable porque se está colocando en riesgo la salud de las personas y los recursos marinos esenciales para la vida de miles de familias del  sector. Hay que considerar, además, que en este mismo radio opera una Planta de celulosa que, en la actualidad está planificando una ampliación del 100% de su producción.  Todos estos elementos no fueron considerados para aprobar la termoeléctrica Pirquenes en Laraquete a la cual sólo se le exigió una Declaración de Impacto Ambiental y no un Estudio de Impacto Ambiental.

Aunque la autoridad intente convencer a la comunidad que estas termoeléctricas traerán beneficios es importante ahondar en los efectos negativos que conllevará una concentración de plantas termoeléctricas, como por ejemplo: el aumento de la temperatura en el sector costero producto del vertido de miles de m3 de riles con temperaturas superiores a las marinas, contaminación aérea permanente, aumento considerable de tránsito de camiones, instalación de cientos de torres de alta tensión, aumento del ruido debido al proceso de generación, etc.

Chile contra la corriente 

Mientras en la mayoría de los países de discute sobre matrices amigables con el medio ambiente, en Chile se aprueban decenas de proyectos termoeléctricos que conforman el tipo de generación energética más contaminante de todos los existentes en el país.

De acuerdo  a Bloomberg New Energy Finance, durante el 2010 se invirtió,  a nivel mundial, 30 mil millones de dólares más en energías renovables no convencionales que convencionales. Es decir, hubo más inversión en producción de energía eólica, biomasa, solar y de olas y menos de carbón, petróleo o gas. Ello está haciendo mucho más competitiva la generación de energía limpia  que la generación de energía contaminante como la termoeléctrica a nivel mundial y, sobre todo, en los países en vías de desarrollo y de la OCDE.

¿Por qué entonces Chile insiste en producir energía contaminante? La respuesta a ello radica en una institucionalidad ambiental  débil, a la falta de instancias de participación ciudadana y a un claro alejamiento de las autoridades hacia el cumplimiento por parte de Chile de un desarrollo verdaderamente sustentable.