“Temí por mi vida”: rompió el silencio carabinero imputado por disparar a menores del Sename

29 Diciembre 2020

“Hice todo lo que estaba a mi alcance para evitar usar mi arma”, aseguró el sargento John Mograve Villegas.

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Ya ha pasado un mes y medio desde aquel 18 de noviembre en que el sargento John Mograve Villegas disparó a dos menores de edad de un centro del Sename en Talcahuano en medio de unos violentos disturbios. Desde entonces que el uniformado ha sido formalizado por lo sucedido, pasó una semana en prisión preventiva y de ahí pasó al arresto domiciliario, manteniendo un hermético silencio. Hasta ahora.

En entrevista con La Tercera, el uniformado relató su versión de los hechos. Según narró, el día del incidente se encontraba viajando en bicicleta junto a un compañero cuando recibieron una llamada del SAMU, solicitando apoyo para “atender a un joven con problemas de descompensación al interior del hogar del Sename (…) El llamado no era nada de extraño, es muy común que el SAMU llame a Carabineros en esos casos”.

Mograve, quien se ha desempeñado como carabinero desde hace 19 años, aseguró que siempre se llevaba bien con los menores del hogar Carlos Macera de Talcahuano, y que incluso se había comprometido a arreglarles una bicicleta esa misma tarde. “Conocía personalmente a muchos de los niños y adolescentes, y en general, especialmente los más pequeños, nos quieren mucho (…)"Yo siempre trato de mantener una actitud amistosa y cercana con la gente, de hecho, yo muchas veces ando en la calle con dulces para regalar, especialmente porque sé lo que sufren los niños de la calle", declaró el imputado.

Sobre los incidentes en sí, Mograve dijo haber llegado al lugar de los hechos en una actitud “totalmente amistosa”, pero que fue recibido con piedras, palos y patadas. "De hecho, mi casco quedó partido en dos con la fuerza de golpes de palos que recibí. Luego, cuando llegaron refuerzos, agredieron a otro compañero con tanta agresividad que le terminaron quebrando el brazo a palos. Me han tocado muchas situaciones complicadas, pero nunca nada como esto”.

El carabinero defendió su actuar y declaró que “hice todo lo que estaba a mi alcance para evitar usar mi arma. Yo temí por mi vida y creo que estoy vivo solo gracias a mi contextura física, que me permitió correr y correr y volver a correr entre uno y otro golpe. Doy gracias por estar con vida y no haber sido el mártir 1.222 de Carabineros”, enfatizó y lamentó la situación, “porque yo conozco a estos jóvenes”.

Mograve aseguró que desde entonces ha sufrido de crisis de pánico, y se encuentra tomando pastillas para dormir y recibiendo tratamiento sicológico. Agregó que ha recibido el apoyo de la institución y de muchos de sus vecinos.

La investigación del caso debiera terminar el 20 de febrero de 2021.