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Opinón: Tareas escolares
Opinón: Tareas escolares
Legislar sobre la posibilidad de que un docente pueda o no enviar tareas para la casa a sus alumnos es desacreditarlo como profesional, y significa no valorar su autonomía y criterio como experto en la materia.
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authenticated user CorresponsalPor: M. Josefina Santa Cruz Valenzuela, Profesora y decana Facultad de Educación Universidad de Desarrollo
Se ha discutido mucho sobre el llamado proyecto de ley antitareas. Parlamentarios, expertos y padres han dado a conocer sus posturas y opiniones al respecto, dejando de lado un factor sumamente importante en esta ecuación: la profesionalidad del docente.
Legislar sobre la posibilidad de que un docente pueda o no enviar tareas para la casa a sus alumnos es desacreditarlo como profesional, y significa no valorar su autonomía y criterio como experto en la materia.
Cada profesor debe ser capaz de conocer a sus alumnos y entender la realidad en la que viven, a nivel social, familiar y económico. Considerando estos aspectos debe tener claridad de los trabajos que sus alumnos son capaces de realizar, ya que las tareas no debieran atentar contra la vida familiar, y que, efectivamente, pueden ser una oportunidad para profundizar y extender el aprendizaje.
Las reformas que realicemos para mejorar la calidad de la educación deben valorar a nuestros profesores y respaldar su calidad de expertos en la toma de decisiones pedagógicas, de lo contrario, un próximo proyecto de ley podría prohibir a los médicos dar indicaciones al paciente para realizar en su casa, puesto que eso podría significar un agobio para él y para quienes están a su cargo.
Las Facultades de Educación estamos haciendo un gran esfuerzo por formar profesores bajo altos estándares, uno de los cuales es el profesionalismo docente, el cual apela a la confianza en la profesión y el aporte a su valoración en la sociedad. Esta ley aporta a su desvalorización y esto no es aceptable, menos en un momento histórico en el que toda la sociedad reconoce la necesidad de elevar el estatus de nuestra profesión.