ONU: Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino

29 Noviembre 2012
“Tras la peligrosa intensificación de la violencia en Gaza e Israel, pude observar una vez más las graves consecuencias que, en particular para la población civil, tiene la falta de una solución permanente del conflicto”. Por Ban Ki-moon.
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Han transcurrido 65 años desde la aprobación de la resolución 181 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que se propuso la partición en dos Estados del territorio bajo su mandato. Es hora de hacer realidad esa solución biestatal con cuya consecución se han comprometido tanto Israel como los palestinos. Durante mi último viaje al Oriente Medio, tras la peligrosa intensificación de la violencia en Gaza e Israel, pude observar una vez más las graves consecuencias que, en particular para la población civil, tiene la falta de una solución permanente del conflicto. En el contexto actual de rápidos y profundos cambios en el Oriente Medio, es más urgente que nunca que la comunidad internacional y las partes implicadas redoblen sus esfuerzos en pro de la paz.

Las bases del acuerdo han estado claras desde hace tiempo y han quedado plasmadas en las resoluciones del Consejo de Seguridad, los principios de Madrid —incluido el principio de territorio por la paz—, la hoja de ruta, la Iniciativa de paz árabe de 2002 y los acuerdos concertados por las partes. Lo que se necesita es voluntad política y valor para proceder a su aplicación, así como un sentido de responsabilidad histórica y una visión de futuro para las generaciones más jóvenes.

Las cuestiones relativas al estatuto definitivo solo se pueden solucionar mediante negociaciones directas. No obstante, aún queda mucho trabajo por delante para crear las condiciones que permitan reanudar unas negociaciones creíbles y fructíferas y preservar la viabilidad de la solución biestatal.

Es imprescindible que se mantenga el alto el fuego acordado la semana pasada y con el que se puso fin a más de una semana de violencia devastadora en Gaza y el sur de Israel. No debe haber más disparos de cohetes desde Gaza, una práctica que he condenado en repetidas ocasiones. Deben resolverse de manera decisiva las cuestiones pendientes desde la aprobación de la resolución 1860 del Consejo de Seguridad en enero de 2009, a saber, el fin del cierre, la prevención del tráfico ilícito de armas y la reconciliación entre los palestinos. La unidad palestina en apoyo de la solución biestatal negociada es esencial para la creación del Estado palestino en Gaza y la Ribera Occidental. Es primordial que los palestinos superen sus divisiones, sobre la base de los compromisos asumidos por la Organización de Liberación de Palestina, las posiciones del Cuarteto y la Iniciativa de paz árabe.

Asimismo, es importante que se mantengan los encomiables éxitos de la Autoridad Palestina en materia de construcción de instituciones estatales en la Ribera Occidental y la contigüidad territorial que necesita. Las actividades de asentamiento en la Ribera Occidental, incluida la Jerusalén oriental, son contrarias al derecho internacional y la hoja de ruta y deben cesar. La comunidad internacional no debe aceptar ninguna medida unilateral sobre el terreno. También se necesitan una planificación y un desarrollo apropiados en la Zona C, en vez de medidas de demolición y confiscación de tierras. Israel sigue construyendo el muro en terrenos de la Ribera Occidental en contra de la opinión consultiva de la Corte Penal Internacional. Por otro lado, también me preocupa el aumento del número de casos en que los colonos recurren a la violencia y que causan pérdidas y daños en los bienes de los palestinos.

En medio de todas esas dificultades para la realización de sus legítimas aspiraciones a tener un Estado propio, los palestinos han decidido solicitar a la Asamblea General el reconocimiento como Estado Observador no miembro. Es una decisión que compete a los Estados Miembros y es importante que todos los interesados adopten un enfoque responsable y constructivo a ese respecto.

El objetivo sigue siendo lograr la paz justa y duradera que han anhelado generaciones de palestinos e israelíes, una paz que ponga fin al conflicto y a la ocupación que comenzó en 1967 y que asegure un Estado de Palestina independiente, viable y soberano que coexista junto con el Estado de Israel en condiciones de seguridad. Hago un llamamiento a los dirigentes israelíes y palestinos para que demuestren su visión y determinación en ese sentido. También insto a la comunidad internacional a que les ayude a abrir una vía política creíble que permita satisfacer las legítimas aspiraciones de ambas partes.

Me comprometo a hacer todo lo que esté en mi mano para apoyar ese objetivo. En este Día Internacional, pido a todos los interesados que colaboren entre sí para que la solidaridad se refleje en medidas positivas en pro de la paz.

Por Ban Ki-moon

Secretario General  Naciones Unidas