Incluso en el Ejército la gastronomía francesa es muy apreciada. Durante las operaciones exteriores a los soldados se les proporcionan día a día sus raciones alimentarias.

En Afganistán, por ejemplo, la ración francesa, compuesta de cassoulet, paté de ciervo y nougat era muy apetesida por los soldados de otros países y podía intercambiarse por hasta cinco raciones americanas.

De hecho, la ONU se abastece de alimentos con el ejército francés, que ganó el mercado 2010-2013 por un millón de raciones por año.

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