El depósito de la mayor confianza

26 Septiembre 2021
Conversar nos permite conectarnos, dialogar, llegar a acuerdos, y construir la vida porque, un país sin conversaciones, ¿hacia dónde puede transitar?
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Foto: Unsplash

 

Por Rosa Emilia Arancibia Araya, Coach ejecutivo y politico y Experta Hay Mujeres.

 

Hacia cualquier lado que se mire, se observan conversaciones de todo tipo que van, desde las simples y muy cortas hasta las más largas y profundas. Algunas incluyen contingentes más grandes de personas, como tratando de suplir una carencia de conversación previa que arrastramos como país. Me refiero a iniciativas como “Tenemos que hablar de Chile”; los cabildos que se realizan en distintos territorios o bien “Conversaciones para un Chile mejor 2021”, por citar solo algunas. 

 

Parece claro que el hecho de conversar, que parece tan trivial y que damos por hecho,dada nuestra naturaleza social, reviste hoy una importancia capital. Conversar nos permite conectarnos, dialogar, llegar a acuerdos, y construir la vida porque, un país sin conversaciones, ¿hacia dónde puede transitar? Se trata de una acción consustancial a nuestra condición de humanos y atraviesa, desde los espacios cotidianos y domésticos hasta las grandes decisiones, esas que nos involucran a todos. Pero la trascendencia que hoy cobra el acto de conversar en Chile revela que nuestras  variadas crisis, sanitaria, política, social y económica, es también una crisis de falta de conversación, por no hablar de desencuentros y de silencios.  

 

Para que se produzcan las conversaciones, tanto pequeñas como las de gran envergadura, se requiere una base previa, un asiento que sirva de apoyo: la confianza. Algo de lo que viene adoleciendo nuestro país y cuya falta, tanto para las transacciones sociales menores como para la estabilidad política y social, era tan clave que su falta era ya advertida por múltiples estudios. En el informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo  (PNUD) titulado “Diez años de auditoría a la democracia, antes de estallido”, por ejemplo, se abordaban aspectos claves para comprender la rápida transformación ocurrida entre el 2008 y el 2018: la caída de la confianza institucional, el acelerado cambio cultural experimentado por la sociedad chilena y las transformaciones del involucramiento político. 

 

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La falta generalizada de confianza, que ha repercutido fuertemente en el fenómeno social que estamos viviendo, debiera hacernos reflexionar acerca de cómo y dónde aprendemos a confiar así como cuáles son los agentes y lugares que contribuyen a la creación de confianza. El sistema educacional formal, así como también las familias, constituyen eslabones de ese proceso.

 

La Convención Constitucional se ha convertido, en este marco, en el espacio de la conversación fundamental donde la creación de confianza en indispensable para llegar al resultado final.  Las señales que emita de confianza entre sus miembros son señales que ayudarán a generar confianza al interior de la sociedad. Los últimos resultados de la encuesta Plaza Pública-Cadem del mes de julio 2021 son preocupantes a este respecto, mostrando una baja en la confianza de la ciudadanía en la Convención Constitucional.

 

Sin embargo, es de esperar  que sus 155 integrantes, convocados por la historia para una tarea tan fundamental, entiendan la oportunidad de articular nuevas confianzas, tendiendo puentes entre sí por sobre dogmas, agendas personales y disputas partidarias. De ello depende, no solo ese futuro mejor que anhelan todos los chilenos sino también la gestión actual de una convivencia en la que se ha instalado, como nunca antes desde 1990, episodios de violencia.