Domingo de Ramos

Domingo de Ramos

01 Abril 2012
Domingo de Ramos Jesús de Nazaret nos enseñó la reconciliación y la paz con nuestro prójimo. Cada año la cristiandad celebra la Semana Santa desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección
Juan Lama Ortega >
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El Domingo de Ramos Jesús de Nazaret entró en Jerusalén montado en un asno, siendo aclamado por una multitud llena de júbilo, poco después tuvo lugar un cruel y terrible juicio ante la muchedumbre. Cientos de personas habían conocido y escuchado a Jesús; habían oído Su voz. Muchísimas personas del pueblo vivieron a continuación como Jesús les enseñó, pues El les trajo el gran amor del Padre y les enseñó que el Reino de Dios estaba en el interior de cada uno de ellos.

Sin embargo, cuando los sicarios del gobernador romano le aprisionaron, los que pertenecían al pueblo lo abandonaron, negaron la relación que tenían con Él, para salvaguardar su propia seguridad. Las instituciones que se denominan Iglesias y sus creyentes han conmemorado durante años la pasión y muerte de Jesús y también celebran su resurrección, pero no se han preguntado por qué año tras año simbólicamente vuelven a subir a Jesús a la cruz de nuevo.

Si la cristiandad fuera consciente de que Cristo vive en cada uno, no haría falta representar tanto dolor, pues El, que ha resucitado, no necesita ninguna representación, El ya vive en nosotros. Sin embargo, la gran mayoría de entre los llamados cristianos siguen venerando al dios de las iglesias, pues pocos han aceptado y cumplido las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

Muy pocos han llevado al mundo al gran Portador de la paz, como un mensaje real de amor, de paz y de unidad. La mayoría sigue crucificando cada día al Cristo de Dios. En las Iglesias, están en primer plano, toda la enseñanza eclesiástica como tal. Sin embargo Jesús de Nazaret nunca fundó una iglesia, jamás habló de dogmas, ni de sacramentos; Él no nombró autoridades eclesiasticas, pues Él fue un hombre del pueblo y no un hombre de iglesia.

No obstante los dogmas se han adornado con las enseñanzas de Jesús, mezclándose de tal forma que para muchos creyentes es difícil distinguir qué es cristiano y qué es católico. Las enseñanzas de Jesús de Nazaret que son la Buena Nueva del amor de Dios, de la paz y de la unidad, no han sido llevadas realmente al mundo por la Iglesia, sino que sus representantes han traído todo lo contrario, infundiendo miedo y horrores, lo que hoy día todavía es así.

Pensemos en el mensaje amenazador de la condenación eterna, el infierno, en los pecados mortales, en las excomuniones y en las guerras santas. Todo esto ha creado a lo largo de generaciones la imagen de un dios castigador, que nada tiene que ver con el verdadero Dios del amor y de la misericordia. De una forma simbólica Jesús vuelve a ser crucificado a cada instante.

Lo verdaderamente cristiano es el perdón, es la reconciliación, es la comprensión y el respeto, es la ayuda desinteresada, el no hacer distinciones ni ponerse por encima del prójimo, es estar los unos por los otros y también poner la otra mejilla. Quien tenga oídos que oiga. Quien lo pueda captar que lo capte. Vida Universal.

Juan Lama Ortega www.vida-universal.org