Buenas conversaciones, buenos futuros
Deserción universitaria: las cifras que nadie ha podido bajar
Todos tenemos a algún conocido, amigo o pariente que dio la PSU por enésima vez. Pero lo que puede ser “una talla” para los amigos y una decepción para los padres, resulta ser un fenómeno mucho más grande de lo que pensamos.
Cecilia Ananías >
authenticated user CorresponsalIgnacia Westermayer tiene 22
años. Egresó del colegio a los 18, pero recién sabe qué es lo que quiere
estudiar. "Un estudiante que recién egresó de enseñanza media, no es apto
para decidir su carrera de por vida”, explica ella. “A esas edad, uno tiene encima mucho paradigma ajeno,
lo que dificulta tomar la decisión correcta". La orientadora Erika
Fernández, coincide en lo mismo: “Al egresar de la enseñanza media, la mayoría
de los estudiantes aún se encuentran en la adolescencia, que se caracteriza por la búsqueda de la identidad… por lo
cual, no es extraño que aún no tengan claro o duden sobre la carrera que
seguirán”.
Las tasas de deserción, al
término del primer año universitario, son de
un 19% en las universidades llamadas “tradicionales” y del 22% en las
universidades privadas. Esta tasa aumenta con el transcurso de los años
cursando la carrera: al tercer año, ya
se habrá acumulado un 42% de deserción. En los institutos profesionales la cifra alcanza el 42% en el primer año.
En otros países del continente, la situación no es mejor: el rango aproximado
de la deserción en Latinoamérica alcanza el
40% de los matriculados. Los motivos por lo que esto ocurre pueden ser
personales (falta de motivación, mal manejo de la independencia, falta de
hábitos de estudio), familiares (problemas económicos, carencias emocionales) o
por problemas con la institución (profesores “corta cabezas”, mallas
desactualizadas).
Ignacia, tras un año de
introspección, decidió dar la PSU de nuevo y ahora intentará las carreras que
le quitan el sueño: Sicología o Pedagogía. Sobre su situación, la toma con
humor "para mis padres yo soy una broma, me preguntan cada año qué carrera
se me ocurrió estudiar ahora".
- ¿Cómo crees que se podría orientar más a los jóvenes?
A veces, uno necesita algo de
“desaprendizaje”, que te dejen ser. Hay estructuras tan rígidas sobre el futuro
que uno debe seguir, que no dan espacio
a la libertad individual.
Para Érika, es fundamental entregar información no sólo sobre las carreras e instituciones, sino sobre sí mismos “es muy importante la psicometría, han surgido nuevos tests contextualizados a nuestra realidad nacional”, explica. “Y aparte de conocer sobre la carrera de interés en charlas de difusión, deberían participar de pasantías en instituciones de educación superior o con profesionales de su área”.
Actualmente, algunas
universidades han creado talleres o
cursos electivos referidos a hábitos de estudio, “que creo que deberían ser
obligatorios”, explica la orientadora. También existe la opción de cursar
un bachillerato, lo cual otorga más tiempo para tomar la decisión correcta,
mientras el estudiante se adapta a la universidad. Este año, la implementación
de la validez de la PSU por dos años, quizás permita una mayor movilidad para
los indecisos, sin pasar por todo un proceso de nuevo.
¿SABÍA USTED QUE…?
- Las mayores tasas de deserción, en el primer año cursado, se concentran en carreras de Administración y Comercio (29%), Derecho (29%) y Humanidades (28%). La mayor retención se registra en Salud (16%) y Educación (18%).
- Las principales determinantes de la deserción son: problemas vocacionales, situación económica de los padres y rendimiento académico, concentrando el 70% de las respuestas (fuente: MINEDUC)
- Entre los problemas vocacionales destacan: no quedar en la carrera de preferencia del alumno, dificultades en acceso a información y orientación.
- En Argentina crearon un consultorio sicológico para bajar el número de deserciones. Estos consultorios trabajan con sus métodos de estudio y en su motivación, dos factores muy importantes a la hora de dejar o seguir una carrera.