El Silencio de los Inocentes…y los abusos en el Servicio Público

El Silencio de los Inocentes…y los abusos en el Servicio Público

13 Agosto 2014

¡Hoy no tengo miedo!, he vencido el temor, el cual  hoy sigue afectando a muchos trabajadores  y trabajadoras del sector público, miedo a perder su trabajo, por lo cual callan y se ven obligados a aislarse

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Por Nicolás Salhus Mardones

Hoy decidí romper el silencio, cuesta entender el difícil momento que estamos pasando cientos de trabajadores del sector público, los cuales hemos sufrido y sufren en carne viva aquello conocido como acoso laboral. Lamentablemente han llegado algunos malos elementos al interior de los servicios públicos, promovidos de ánimos vulneratorios, detallados en conductas hostigadoras, gravosas y perjudiciales a la dignidad humana. en la actualidad me desempeño como inspector provincial del trabajo de Talca, dependiente de la dirección del trabajo, entidad que como misión debe cautelar los derechos  de los trabajadores, sin embargo hoy eso no ocurre, mi verdad puesta a disposición hoy, pretende visibilizar una oscura realidad escondida y lúgubre, de vulneración a los derechos fundamentales al interior de la dirección del trabajo, de la cual yo he sido víctima, pero no me considero especial por esto, ya que reitero cientos de trabajadores del sector público viven lo mismo.

Cuando se invisibiliza la autoridad del cargo, se instruyen y reinstruyen acciones contrarias al servicio, se solicita documentación de manera irregular, se cambia de funciones a un funcionario sin razones técnicas, ni menos informando la decisión a la jefatura, así como informar las decisiones relevantes como cambio de funcionario de una dependencia por mail, enviándolo por el secretario sin cubrir las necesidades de la oficina afectada, y lo más grave y dramático orquestar, crear y promover denuncias falsas e infundadas de acoso laboral contra funcionarios públicos,  con el objetivo único de desincentivar la continuidad en el servicio, afectando la estabilidad y oportunidades en el empleo, así como la integridad psíquica, derecho a la honra y derecho a la no discriminación en el empleo.

Lo anterior que he expuesto lo he vivido, tristemente mancillado al interior de la institución, por prácticas incorrectas y vulneratorias, las cuales no solo me han afectado en lo personal y profesional, sino también como daño colateral a mi familia, por esto decidí impetrar denuncia por vulneración de derechos fundamentales contra la dirección del trabajo, la cual está radicada en el Juzgado de Letras del Trabajo de Talca, causa Rit T-33-2014, denuncia fundada, de la cual dispongo de todos y cada uno de los medios para probar en juicio los hechos que relato.

¡Hoy no tengo miedo!, he vencido el temor, el cual  hoy sigue afectando a muchos trabajadores  y trabajadoras del sector público, miedo a perder su trabajo, por lo cual callan, se ven obligados a aislarse,  intimidándolos para realizar labores distintas a  las que fueron legalmente contratados, he conocido a varios de estos trabajadores y trabajadoras por el ejercicio de mis funciones, los cuales se acercaron a hablar conmigo, sin embargo la gran mayoría prefirió callar o renunciar.

En el pasado escuchamos a múltiples políticos, representantes de los trabajadores del sector público y privado, y de otras áreas de la contingencia social, decir ¡nunca más!, decir ¡basta de abusos!, decir ¡respeto a los derechos humanos!, sin embargo trágicamente en la actualidad estas voces que alguna vez llevaron la bandera de lucha de la igualdad, el respeto y los derechos humanos, han olvidado y errado el rumbo, déjenme decirles, que los derechos humanos también existen en el ámbito laboral, y considerando que prácticamente la mayoría de nuestra vida la transitamos en el mundo laboral, es aquí donde el ejemplo de tolerancia y respeto a los derechos fundamentales debe existir, más aún en el sector público, ya que el estado resulta ser el mayor empleador del país.

He decidido alzar la voz y denunciar estas prácticas abusivas y vulneratorias, las cuales solo generan resquemor social, división humana, y destrucción personal, profesional y familiar, quizás por la costumbre casuística de nuestra nación debemos seguir el ejemplo de Francia, país que penaliza el acoso laboral, con el objeto de disuadir estas horribles prácticas.

Quizás debamos incluir no solo en el debate de contingencia si  queremos una educación pública y gratuita, sino también incorporar que valores debe nuestra sociedad respetar, reforzar y difundir, para lograr la añorada paz social.

Estimados trabajadores y trabajadoras del sector público les hago un fuerte llamado para que hoy denuncien si son objeto de prácticas vulneratorias de derechos fundamentales, de conductas tales como el acoso laboral, u otras, con el objeto de erradicar de todo sector este cáncer socio-laboral, el cual lamentablemente se encuentra en estado de metástasis.

Nicolás Salhus Mardones es Abogado, Inspector Provincial del Trabajo y Militante del Partido Renovación Nacional