Chile: Del “oasis” de Sebastián de Piñera a “somos el mejor (equipo) del mundo” de Arturo Vidal

Chile: Del “oasis” de Sebastián de Piñera a “somos el mejor (equipo) del mundo” de Arturo Vidal

24 Agosto 2020

Si bien gozamos de un PIB (Producto Interno Bruto) de casi US6.000 dólares por sobre el promedio latinoamericano, la realidad chilena detrás del número parece ser distinta.

Gonzalo Chacón >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

Diez días antes del estallido social, el presidente Sebastián Piñera declaró: “en medio de esta Latinoamérica convulsionada, Chile es un verdadero oasis con una democracia estable”. Bastó que una secundaria saltara el torniquete del metro capitalino para hacer desaparecer ese espejismo paradisíaco.

Te puede interesar: Cifras que hablan de crisis: ¿Si no las veo, dejan de existir?

Si bien gozamos de un PIB (Producto Interno Bruto) de casi US6.000 dólares por sobre el promedio latinoamericano, la realidad chilena detrás del número parece ser distinta.

Esta realidad se ve reflejada en la fragilidad de la clase media nacional expuesta con mayor claridad en medio de la pandemia. Tal como dice el economista e investigador Marco Kremerman, quienes pertenecen a este grupo poseen trabajos que “no les permiten satisfacer sus necesidades básicas” por lo que “obligatoriamente deben recurrir al endeudamiento”. Es justamente esta capacidad (de endeudamiento) la que genera la corta distancia entre el sector medio con el segmento en “situación de pobreza”.

Un ejemplo claro de aquello es la declaración de María Sandoval, habitante del campamento viñamarino “Felipe Camiroaga”, quien dijo: “me vine a vivir aquí porque tuve que escoger entre pagar el arriendo y las cuentas o pagar la educación de mis hijas”. Este dilema es un escenario compartido por miles de familias en la última década, pasando de 657 campamentos con 27.387 viviendas en el año 2011 a 802 campamentos con más de 47.000 viviendas a fines del 2018, según el estudio oficial hecho por la fundación TECHO.

La urgencia actual de bonos, créditos blandos, el retiro del 10% del ahorro provisional nos enrostra la débil armadura que protege a clase media de nuestro país.

Tal como Arturo Vidal aseveró: “somos el mejor (equipo) del mundo”, un día antes de ser vapuleado de manera histórica, nuestras autoridades demuestran la misma ingenuidad y desconexión con el presente respecto a la ciudadanía que gobiernan.

Se hace necesario observar el presente sin el lente ideológico, con los pies en la tierra, lo que parece ser el camino para no caer en distorsiones absurdas de la realidad. Abrir los ojos, dejar en el velador las doctrinas, observar en detalle y sentir el pulsar de las necesidades del país, pareciera ser, quizás, un buen comienzo para un diálogo constructivo.