Opinión: Gobierno justifica represar Chile para mitigar residuos de CO2

02 Noviembre 2014

Cuesta entender el discurso del gobierno, por un lado dicen no a HidroAysén en la región de Aysén como parte del discurso de campaña por llegar a la Moneda, pero por otro lado no dudan en decirle si al proyecto de Alto Maipo que cuenta con las mismas irregularidades que HidroAysén.

Andrés Gillmore >
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El costo actual de producir energía a partir de combustibles fósiles va en constante aumento; los costos asociados cada día son más elevados y muy negativos, sobre todo para un país como Chile, que no produce bienes de consumo y estamos inmersos en las profundidades de la globalización, haciéndonos extremadamente dependientes. Continuar indefinidamente con este proceso, es una actitud poco estratégica y sin ningún sentido común y no hay duda que si no tenemos la capacidad de ponerle freno lo más rápidamente posible, como ya lo vienen diciendo muchos analistas internacionales, en pocos años nos transformaremos en uno de los países más sucios del planeta y eso en si mismo representaría una terrible contradicción para las nuevas generaciones, en un Chile que se merece más si tomamos en cuenta nuestras ventajas comparativas.

El gran objetivo debe ser de una u otra manera lograr ser lo más independientes posible ante la matriz energética y no hay duda que tenemos que analizar cuales son nuestras verdaderas opciones; la respuesta es clara y concisa y como pocas veces muy positiva para nuestros propios intereses; somos un país rico en Energías Renovables No Convencionales y debemos apostar por ellas sin ninguna duda, ni dejar que nos manipulen con otros discursos que no son realistas y que solo benefician intereses creados. El logro de este objetivo pasa necesariamente por desarrollar las grandes potencialidades que tenemos en ERNC, aplicando un plan de desarrollo a nivel de Estado y sin perder más tiempo.

De verdad cuesta entender el discurso del gobierno ante el tema energético, por un lado dicen no a HidroAysén en la región de Aysén como parte del discurso de campaña por llegar a la Moneda, pero por otro lado no dudan en decirle si al proyecto de Alto Maipo que cuenta con las mismas irregularidades que HidroAysén. Dicen estar conscientes que se deben mitigar las emisiones de CO2 y se han introducido en el proyecto MAPS (Mitigation, Action, Plans and Scenarios); crean procesos participativos con seminarios energéticos invitando a las organizaciones ciudadanas a participar para la evaluación de las diferentes propuestas; pero el ministro de Medio Ambiente Pablo Badenier no duda en discursar que la medida más eficaz para reducir las emisiones de C02 ante el cambio climático, son la construcción de hidroeléctricas en Aysén y dice textual en el Mercurio del 30 de octubre: “Estos recursos (en Aysén) deben ser parte de una estrategia nacional de mitigación de emisiones.

Lo increíble de todo esto es que se podría decir que volvemos a estaca cero de los mismos comienzos del tema HidroAysén, solo que esta vez cambiaron la justificación ideológica para represar: antes todo se sustentaba por la falta de energía para desarrollarnos, hoy como nueva estrategia en el discurso, “por mitigar el cambio climático y las emisiones de C02”. Bajo ningún punto de vista el discurso es serio y con fundamento científico. Represar ríos bajo ningún punto de vista sirve para mitigar las emisiones de CO2 de nuestra matriz energética, representando todo lo contrario y sin duda alguna, es ahondar aun más el problema y la realidad demuestra como nuevamente los intereses creados por las transnacionales nos acechan como siempre, solo que esta vez con otro envoltorio, pero con los mismos destructivos resultados.

Esta demostrado que las represas construidas con muros de contención y embalses como los pretendidos por el gobierno en Aysén y en la región Metropolitana, son contaminantes y producen mucho C02, además de destruir los mismos ríos por la sedimentación que producen, alterar la vida de los territorios y destruir la proyección de las comunidades que viven en las inmediaciones de las hidroeléctricas.

Si tomamos en cuenta las enormes potencialidades con que contamos en energía mareomotriz, solar, eólica, geotermia en Chile, no deja de ser triste como los intereses creados no dejan que nos desarrollemos a cabalidad con nuestras ventajas comparativas que la naturaleza nos concedió, de un hecho de una insensatez imperdonable, que demuestran a ciencia cierta y sin falsas ideologías lo mal influenciados que estamos en la actualidad por los transnacionales y los grupos de poder que conviven con nuestros gobiernos.

La producción fotovoltaica solar con los años y no son tan lejanos como podemos suponer, deberá ser una energía mucho más barata que el carbón y el gas natural, tema que los expertos vienen recalcando desde hace varios años y que en Chile no hemos sido capaces de escuchar. Países como Australia y Sud África, con características geográficas y climáticas similares a las nuestras, han entendido la urgencia de renovarse, entendiendo el paradigma energético que vivimos en la actualidad y ya han comenzado sus respectivos procesos de recambio en sus matrices energéticas a ERNC; permitiéndoles ver el futuro con tranquilidad al saber que de aquí al 2020 podrán sustentarse casi exclusivamente bajo este formato, demostrando que es posible, que solo basta contar con la decisión política de llevarlo a cabo.

Necesitamos mejorar sustancialmente la ley medio ambiental, hacerla más precisa y exigente que la actual, con parámetros profesionales y científicos, que verdaderamente correspondan a los estándares internacionales del primer mundo y que se merece un país miembro de la OCDE, que nada quede sujeto a la simple interpretación, con evaluaciones certeras y realizadas por instituciones capaces, profesionales y reconocidas por sus pares, que cuenten con la debida certificación, entregándoles a las comunidades garantías suficientes que la decisión es la correcta y que no quede la impresión que siempre queda, que todo fue una simple encantación para lograr sacar adelante un proyecto que no se lo merecía.

Los estudios de impactos ambientales (EIA), deben incluir inexorablemente la variable social en sus estudios como parte vital de lo evaluado. En las últimas décadas los estudios se han transformado en un saludo a la bandera, en simples diligencias, aplicando el lamentable concepto de regiones desechables y eso debe erradicarse en una sociedad que dice respetarse a si mismo.

Es urgente crear un debate que este a la altura de las necesidades, sobre el tema de las evaluaciones ambientales, exponiendo de manera objetiva y clara los pros y contras del actual formato que se esta aplicando y que sustenta la ley. Nunca las comunidades han tenido claridad de cuáles son sus opciones, jamás han tenido algún grado de injerencia en la decisión o una representación como corresponde en las comisiones evaluadoras. En el fondo lo que hemos tenido, ha sido un aprovechamiento de las deficiencias del modelo, para aprobar proyectos deficientes y mal emplazados y consolidar un plan de ordenamiento territorial a nivel nacional y regional, que permita un adecuado manejo de los recursos y consolide los diferentes objetivos y podamos así desarrollar una matriz energética responsable, consecuente y sustentable.

En la actualidad contamos con más de 4.000 MW en geotermia, 5.000 MW en energía eólica, 15.000 MW en mini hidro de pasada. En energía solar contamos con el orden de unos 40.000MW y de paso el mejor sol del planeta para generar esta forma de energía, entonces de que verdaderamente estamos hablando cuando se nos dice que la única manera de mitigar las emisiones de C02 es represar nuestros ríos y la verdad es una sola: NEGOCIOS Y NADA MÁS.