Frente a las próximas elecciones municipales 2011

Frente a las próximas elecciones municipales 2011

21 Junio 2011

“Política…todo es política…” (Una realidad)  “Vanidad, todo es vanidad" y tanto político dando vueltas por ahí.

Edith Nass Kunstmann >
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Individuos que dedican su vida por realizar actividades, basados en sus ansias de dirigir cualquier espacio del ámbito público que logren obtener para sí mismos, en pro de “beneficiar a la sociedad”. Formalmente reconocidos y permanentemente activos, y algunos aún escondidos meditando fríamente la forma en que les sea más propicia para “surgir o aparecer o peor aún, reaparecer”  que pretenden ejercer sus influencias personales y la de su partido, si pertenecen a alguno, arrogándose poseer la verdad en torno a como debiera ser la sociedad y como ésta debiera ser regida.

Hay quienes ya ocupan cargos públicos que les están quedando pequeños, otros no ostentan ningún cargo aún pero buscan obtener alguna posición ya sea inicialmente a través de una designación o nombramiento por sus correligionarios, de tenerlos, o mediante la elección de los votantes que logren cautivar con su simpatía, carisma, promesas y en el peor de los casos, facha. Total, en esta guerra de caudillos, toda estrategia es válida.

Eligen el municipio anhelado como si fuera el número de Kino que les otorgue la victoria. Y sin ningún asomo de vergüenza disponen abiertamente del nombre de su propio sucesor, en el asiento que pretenden cambiar, desde una comuna menos rica o más pequeña, a una más grande o que les reporte más divisas.

Se sienten tan empoderados de sus “capacidades y competencias” que ya dan por hecho que serán elegidos y antes de que termine este año ya están planificando la apoteósica celebración que desarrollaran con los brazos alzados y moviéndose al son del “cantito de slogan de campaña”, rodeados obviamente de una miriada de individuos que de paso apoyan y pretenden un cubículo en el municipio aquel.

Aquellos individuos que también elevan los ojos al cielo tras el vitoreo imbuidos en una ensoñación de que pasen, lo antes posible,  los 4 años para ser ellos quienes estén arriba del podio.

¿Sus ofertas? Las mismas de siempre…. Pero talvez con un formato distinto, una fuete de texto que los diferencia al resto, una conceptualización temática erudita e incomprensible pero que embobe a cualquiera que les escuche.  Da lo mismo. Si todos prometen la panacea, el cielo, las hojuelas de miel, la luna que ilumine las noches oscuras y el sol que regale la calidez en los días fríos.

Emplean toda herramienta metodológica existente. Con mucha razón Aristóteles los definió como “animales políticos”. Claro que la diferencia está en la capacidad de pensar. Hasta el Neolítico el poder lo ocupaba el individuo más sabio…o el más fuerte. Pero siempre surgen los conflictos de intereses, el eterno juego amigo-enemigo, todo con tintes progresistas y romanticones.

La lucha por el asiento edilicio debería basarse en la exposición, clara y concisa, de los respectivos programas electorales y no en la continua descalificación del adversario. Debería basarse en los méritos del pretendiente, pero cada vez que se produce una promoción importante a posiciones de alta responsabilidad se reabre el falso tópico sobre la exigencia de méritos, como si siempre quienes se promocionan fueran los únicos  que poseen dichos méritos.  Nadie está dispuesto a exigir un poco más, nadie al parecer está dispuesto a exigir rostros nuevos, desprendidos de los clanes existentes, de los grupos posesionados por costumbre, nadie está dispuesto a  exigir que la tan deseada torta municipal sea catada por otros y no por los mismos que período tras período se presentan para repetirse el pedazo.

Los cambios no son nada sencillos. No son fáciles ni instantáneos, sino un proceso. Hay que lidiar con la inercia, las resistencias, las percepciones y los esquemas ya establecidos. Todos, personas y organizaciones, tendemos a aferrarnos a los viejos puntos de vista, las viejas formas y los viejos hábitos. Aunque no estén dando resultado...

 

Desarraigar viejos hábitos y construir nuevos exige un gran compromiso... y participación. La participación es la clave de cualquier proceso de cambio, ya que libera la energía que necesitamos... para renovarnos y para construir confianza. La participación es el combustible del cambio.

Queremos caras nuevas, ideas nuevas, propuestas originales, gente con capacidad de innovar, gente con agallas para realizar cambios efectivos. Y no sólo palabras!!!

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