De ballenas, matapiojos y el fin del mundo

De ballenas, matapiojos y el fin del mundo

25 Junio 2021
Tres libros muy distintos, para capear el aquí y el ahora.
Daniel Carrillo... >
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Literatura, Lectura, Recomendación

Llega el invierno, que sumado a la pandemia, entrega otro motivo más para quedarse en casa y aprovechar el tiempo libre viajando hacia el interior, con solo mover unas páginas. Por aquí compartimos algunas opciones variadas y azarosas que podrían interesar a cualquier desocupado –y entumecido- lector.

Doscientas ballenas azules y Cuatro caballos (Los libros de la mujer rota; mayo 2021), Margo Glantz. 

¿Qué leemos en estas páginas? La pregunta surge a poco hojear, ya que el primer relato-ensayo-poema (Doscientas ballenas azules) es una buena muestra de la habilidad de Margo Glantz para escabullirse entre las fronteras de los géneros, con un pasaporte de talento que no la ata a un terreno literario en particular. 

Aquí vemos discurrir la historia de la caza de ballenas, el uso de su esperma en velas y perfumes, sus apariciones literarias (la Biblia, Moby Dick, algunos pasajes de Borges), en fin, todo el simbolismo de este cetáceo, narrado con sensibilidad, pero también con erudición. El chispazo de este texto se lo dio, hace casi cinco décadas, la frase de un profesor, comentando que solo quedaban 200 ejemplares de estas criaturas, el animal más grande que habita el planeta. 

“El mar es un caníbal. Devora los tiempos de la arena y nos hace merodear buscando los sollozos dentados de la gran mandíbula”, sentencia la autora.

Luego, siguiendo la misma ruta híbrida del título anterior aparece Cuatro caballos, animales que Glantz declara emparentados con las ballenas, por su “naturaleza anfibia, camina con sus cuatro cascos sobre la tierra y la recorre al galope, pero en su interior guarda una nostalgia marina”.

El hilo de esta obra lo dan los caballos que coronan la catedral de San Marcos en Venecia, de cuya mano –o herraje- recorre desde las estelas funerarias griegas hasta los mármoles de Lord Elgin, los centauros, pegasos alados y el hipogrifo. 

"Las grandes batallas ostentan a los caballeros que no pueden serlo si no llevan cerca o debajo de ellos un caballo. Su presencia es arqueológica, su historia oscura…”, asegura.

Eso, hasta que llega el siglo XX y Marinetti declara más bello a un automóvil en carrera que a la mismísima Victoria de Samotracia, derrocando el equino reinado de unos cinco milenios.

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Próximos días (Zig-Zag; 2021), Francisco Ortega.  

Dos o tres años después de la pandemia de COVID 19 –la noción del tiempo se pierde, luego hasta los apellidos se olvidan- el fin del mundo parece haberse desatado. Primero son los cajeros automáticos que arrojan saldo cero, luego serán las propias personas las que, al azar, comenzarán a desaparecer. Con Santiago como escenario y una familia de Providencia como protagonista –Alberto, Leticia, sus hijos Matías y Martita- la novela despliega una realidad distópica que se nutre del cine, lecturas de ciencia ficción e incluso bíblicas –y no exactamente del Apocalipsis- que engancha desde la primera página con el ritmo de un thriller, tenso, inquietante y perturbador.

Un masivo corte de energía desencadena las acciones, nada eléctrico funciona, no hay teléfonos ni internet, ni siquiera los automóviles encienden. La gente se abraza y llora por las calles intentando comprender, otros caminan como zombis con el celular en alto en busca de señal. Es verano, pero a pesar de los 35 grados a la sombra, a las diez de la noche comienza a nevar, un fenómeno que se repetirá ad infinitum, una anomalía a la que pronto se sumará la muerte de todos los animales y el asedio de extraños de piel tatuada y ojos sin pupilas que raptan mujeres.

La información oficial que Alberto y los suyos escuchan en un viejo receptor a cuerda habla de un pulso electromagnético originado por la caída de un satélite militar, cerca de Angostura de Paine. No obstante, los sucesos no responden a una explicación racional y el afán de supervivencia de la familia les lleva a internarse en un Santiago subterráneo, en donde terminarán por conocer la verdad.

Matapiojos. Ficción contemporánea chilena (Áurea Ediciones - Odonata, mayo 2021), Varios Autores, Aldo Berríos (antologador).  

La particular visión de 13 escritores y escritoras nacionales queda plasmada en esta antología de cuentos donde, justamente, uno de los aspectos que más destaca es la gran diversidad de temáticas y estilos que dan vida a cada historia.

Así, desde la joven que despierta en un bote a la deriva luego de una mala noche, en La otra orilla, de Carolina Brown; hasta las divagaciones de un profesional en torno a los nuevos ritos de la industria funeraria del futuro, en Epitafio digital, de Nicolás Meneses, los relatos se mueven por distintos terrenos. También aparece aquel desempleado que acepta un disfraz para promocionar caramelos, pero termina –mentira, porque ahí no termina- lanzándose por una ventana, en El oso, de M.M. Kaiser; o las “curiosidades” de narraciones breves de Carlos Basso o Alberto Rojas, escritores más conocidos por sus thrillers históricos.

El listado de autores y autoras presentes en estas 186 páginas lo completan Sara Bertrand, Patricio Jara, Felipe Reyes, Ernesto Garratt, Aldo Berríos, Marcelo Simonetti, Lilian Flores y Roberto Fuentes.