10 razones que demuestran que ir a un festival de música sin compañía es genial

10 razones que demuestran que ir a un festival de música sin compañía es genial

05 Abril 2017

Sin novia, sin amigos, con uno mismo. De una manera diferente, la experiencia Lollapalooza puede ser muy positiva.

Rodrigo Stark >
authenticated user Editor

Por razones del destino tuve la (des)gracia de que ninguno de mis amigos se animara a asistir a Lollapalooza este año. Tampoco tuve una novia que me acompañara, ni menos un hijo con el cual vivenciar esta tremenda experiencia. Pero fue bueno, no me arrepentí. 

A continuación te detallo la razones:

01) Sentir la música: Suena de perogrullo, pero no lo es. Este evento es un festival de música -que claro está incluye otros estímulos-, pero es un recintal masivo nacido 1991 en EE.UU., que desde su origen buscó el culto a la más elevadas de las artes: la música. 

Al ir solo, pude concentrarme únicamente en escuchar a las bandas. Me fijé en sus arreglos, en como el bajo golpeaba mi tórax cuando se cuadraba de manera fabulosa con el bombo (Catfish & Bottlemen). Escuché arreglos nuevos en temas viejos (como en "Lazy Eyes" de Silversun Pickups) y descubrí nuevos sonidos que me volaron los sesos (Newen Afrobeat).

En general, pude cerrar los ojos y escuchar y escuchar -no tuve que comentar nada con ningún amigo, ni contar algún chiste nervioso a alguna chica- solo sentir como el sonido ingresaba como una energía animada por mis oídos, y llegaba directo a mi "yo infinito".

02) Escoger la ruta: Como fui solo, no tuve que ceder ningún horario a nadie. No tuve que ver bandas insufribles por compromiso.

En este Lollapalooza 2017, por ejemplo, mi ruta del día sábado fue la siguiente: Prehistöricos, Newen Afrobeat, entre medio vi un rato a Weichafe, Silversun Pickups, Glass Animals, Bomba Stereo, The 1975, Rancid, The XX y Metallica. Quedé feliz. El segundo día improvisé más.

03) Poder cantar como un adolescente: Es cierto, eso se puede hacer con amigos o sin ellos. No obstante lo anterior, extrañamente, al fundirme con la masa del anonimato, surgió en mí una energía diferente y un estado de conciencia alterado.

A mis 36 años -y sin ningún tipo de presión, ni convencionalismo-, canté, grité y casi 'moché' con Rancid. A 20 años de escuchar "Time Bomb" de este grupo punk por las pantallas de MTV, disfrutarla en vivo fue símplemente catártico.

Igualmente bailé ritmos africanos con Newen Afrobeat, a pesar de no ser un portentoso de la danza. Qué más daba, estaba solo.

04) No estar pendiente de las redes sociales: Tal cual se aprecia en la realidad (¿distópica?) de Black Mirror, concurrir a un festival de estas características implica retratar el momento en las redes sociales. Incluso a veces, uno sin querer aparecer en Internet, termina etiquetado en una fotografía de Facebook.

No. En esta ocasión quise ser un renegado de las 'selfies' y solo preocuparme de la música. ¿Para qué iba a grabar "Ordinary World" de Duran Duran, si al cerrar los ojos se me paraban los pelos? El argumento de que es un "recuerdo" no vale para mí, porque ya hay miles de versiones en YouTube. 

05) Manejar mis tiempos: Sí. Tuve que ir al baño en medio de The XX. Y fui no más. No me aguanté por miedo de perderme de mi compañía. No me aguanté pensando en lo molestoso que hubiera sido para otra persona acompañarme.

Comí cuando quise. Me cambié de 'stage' cuando se me regaló la gana. Música y libertad, qué mejor.

06) Poder "no hacer nada": Siempre en estos recitales -como si se tratara de un viaje- uno debería acumular el mayor cúmulo de experiencias posibles en un tiempo determinado. Esto implica apretar la agenda y el itinerario a más no poder, a objeto de "disfrutar" de la mayor cantidad de estímulos posibles.

Y no, en un rato del segundo día me cansé y me fui a acostar al parque. Pensé, repuse energías, respiré hondo y volví a la acción.

07) Poder "odiar bandas": Atención fans de The Weeknd, no me odien. No conocía a este solista, pero simplemente sentí que esos sonidos tan repetitivos y continuos (no había silencios), eran extraídos desde el mismísimo infierno.

Algo parecido me pasó con The 1975 (¿o quizás estoy muy viejo?) que no enganché con la actitud altanera del cantante.

¿Se imaginan estar viendo estos show acompañando de un acérrimo seguidor de alguno de estos artistas?

08) Conocer bandas nuevas: Como fui solo tuve la libertad de experimentar. Cuando uno va con gente, tiene que cuadrar el programa con todos los amigos (como lo planteaba con anterioridad) y, además, "hacer valer el costo del boleto de la entrada" (que no es barato).

Por ello, por lo general se plantea un "itinerario seguro", plagado de clásicos y/o "sandías caladas".

Como no tenía compañía, pude obviar dicho comportamiento y arriesgarme. No me arrepentí.

No estaba en mis planes, por ejemplo, ver a Tegan and Sara, pero me encantaron. No conocía a The XX, no obstante fue lejos uno de los mejores espectáculos que he visto en mi vida. 

09) Conocer nuevas personas: No muchas a decir verdad, pero la soledad te da el espacio para interactuar de manera casual con otras personas. En la fila del baño, 'pelando' al sonidista de The Strokes porque dejó sin voz el primer tema o consultando por algún horario o escenario. Estando solo todo es posible. Incluso en Bomba Stereo me vi parte de un improvisado "ballet" festivo (traté de ponerle gracia).

10) Poder irse cuando uno quiere: Siempre, pero siempre, cuando uno va a un recital, hay un amigo que quiere quedarse hasta el final. Y a veces uno simplemente quiere decir "ya, fue suficiente por hoy, me voy a descansar" (porque aunque no lo crean ir a Lollapalooza es extenuante).

Me pasó con Metallica (sí, no me maten los fanáticos de esta leyenda), pero luego de estar más de una hora disfrutando de un show impecable, simplemente me quise ir. Me dio hambre, sueño y hasta dolor de cabeza. Pensé en la interminable fila del metro colapsado, y me fui no más.

Por último, y considerando todos los puntos expuesto anteriormente, concluyo que asistir a un evento de estas características es simplemente genial, más aún si tu compañía eres tú mismo. 

Ver también: [Opinión] La democratización de experiencia Lollapalooza

Fotos: www.lollapaloozacl.com

Galería Imágenes

  • 10 razones que demuestran que ir a un festival de música sin compañía es genial
  • 10 razones que demuestran que ir a un festival de música sin compañía es genial
  • 10 razones que demuestran que ir a un festival de música sin compañía es genial
  • 10 razones que demuestran que ir a un festival de música sin compañía es genial
  • 10 razones que demuestran que ir a un festival de música sin compañía es genial