Constitución paritaria: Luchar por candidatas que nos representen

Constitución paritaria: Luchar por candidatas que nos representen

09 Diciembre 2020

Nuestro país hizo historia al ser el único en el mundo en crear una Constitución con paridad de género hasta la fecha, y para quienes luchamos por la equidad de género y los derechos de las mujeres sin duda fue un logro que nos llenó de esperanza y emoción.

Catalina Garrido >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

Hace un mes se llevó a cabo el Plebiscito más esperado desde la vuelta a la democracia en Chile. Al día siguiente, había dos grandes noticias que nos daban alegrías como ciudadanía que soñaba con este momento desde al menos el 15 de noviembre de 2019: casi un 80% del electorado votó a favor de una nueva Carta Magna que fuera redactada por un órgano denominado Convención Constitucional, que estaría compuesto en un 100% por la ciudadanía.

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Esta Convención Constitucional, cuya adhesión significó la manifestación más clara del descontento hacia la clase política, tenía otra singularidad: era el único órgano que garantizaba una participación paritaria para la redacción de la Nueva Constitución Política de Chile. Con esto, nuestro país hizo historia al ser el único en el mundo en crear una Constitución con paridad de género hasta la fecha, y para quienes luchamos por la equidad de género y los derechos de las mujeres sin duda fue un logro que nos llenó de esperanza y emoción.

Contar con una convención paritaria nos entrega la posibilidad de que las mujeres tengamos una participación asegurada y representativa para tener incidencia directa en la máxima herramienta regulatoria del Estado. Es contar con las oportunidades para poner sobre la mesa aquellas temáticas que nos afectan e interesan como mujeres actualmente normadas por un Estado patriarcal, bajo lo cual todos los derechos conseguidos han tenido que ser peleados y están muy lejos de haber sido regalados.

Esta Constitución nos incluirá y en su redacción quienes nos representen podrán visibilizar las demandas prioritarias de más del 50% de la población en Chile, avanzando en la reducción de desigualdades de género que hoy se producen y reproducen en nuestra sociedad. En definitiva, será posible plasmar en este texto las garantías para construir un nuevo pacto social desde un enfoque de género.

Históricamente, el espacio público de la política y la toma de decisiones ha sido una arena masculinizada donde las mujeres hemos sido excluidas y cuestionadas, teniendo que abrir los caminos lentamente, luchando contra las críticas basadas en estereotipos y prejuicios, por lo tanto, la toma de decisiones en nuestro país, y en gran parte del mundo, ha sido fundamentalmente planificada desde la mirada de los hombres.

Hoy las mujeres de Chile ganamos un nuevo paso en la lucha por nuestros derechos, obteniendo una representación política sin precedentes en la redacción de la Constitución Política; sin embargo, es necesario tomar en consideración que al votar por las mujeres que queremos que nos representen tenemos que apoyar y luchar fundamentalmente por aquellas candidatas que sí van a pelear por nuestros derechos fundamentales y no por aquellas que puedan hacer oídos sordos a las demandas de las ciudadanas y continuar reproduciendo desigualdades.

Entre otras cosas, en esta constitución exigimos una vida libre de violencia y discriminación de género, aspiramos a mayor equidad en todos los espacios, públicos y privados, y que hombres, mujeres y otres tengamos los mismos derechos. Debemos avanzar hacia el reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado como una actividad productiva del país y hacia la total autonomía de nuestros cuerpos.

Es momento de posicionar y defender nuestros derechos y actuar como ciudadanía consciente y activa ante lo que ocurrirá en la redacción de la que esperamos será la próxima Constitución de Chile. Hoy tenemos la oportunidad de hacer historia nuevamente y, por lo tanto, debemos hacer valer los espacios que nos hemos ganado a partir de la presión ejercida en las calles y en la opinión pública. La paridad en la Constitución debemos ocuparla a nuestro favor y las mujeres electas deben actuar a favor de nuestros intereses y necesidades plasmándolos de manera explícita.

El 25 de octubre fuimos claras al decir #NuncaMásSinNosotras. El camino hacia la Nueva Constitución será largo y con obstáculos, sin dudas. Por lo mismo, es necesario que nos levantemos y defendamos con más fuerza desde nuestro rol de ciudadanía para que esta Carta Magna nos represente y esté escrita con lentes violeta.

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