El apego en las relaciones: Sepamos diferenciar amor de necesidad

El apego en las relaciones: Sepamos diferenciar amor de necesidad

20 Octubre 2020

Se ha pintado al apego, muchas veces, como algo querido e incluso, saludable. Sin embargo, hoy veremos que no necesariamente es así.

Marcelo J. Castillo >
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El apego en sí mismo, se puede definir como la necesidad de estar con alguien o con algo. Pero esta simple definición revela el origen del apego. La cual, es la percepción de una necesidad personal, es decir, de una carencia.

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Nadie va a decir que el apego es malo cuando somos niños. Lo que no sería saludable, es que viviéramos apegados como niños, por siempre, incluso siendo adultos… Eso sería como si un bebé creciera, y luego esperara que siempre le den todo, de por vida, pues se siente incapaz de ser independiente. Pero si aún fuera posible esto, lo que ocurría con esa persona, es que no desarrollaría sus habilidades. Y eso, claramente seria limitación. Un apego, es eso, una limitación, basada en una carencia de algo.

Ahora bien. A todos nos atrae la idea del amor. Pero no puedes conocer el amor si no lo sientes en tu corazón. Y dado que esa no es la experiencia de todos, muchos se sienten carentes de amor. Ya que, si no se aman a sí mismos, siempre se sentirán así. Es por ello que muchos buscan el amor afuera. Entonces, cuando creen encontrarlo en alguien, surge el apego hacia esa persona.

El apego entonces… ¿Qué es? Es una emoción que te hace sentirte carente, que llena el espacio donde debería estar el amor. Pero el apego, NO es amor.

Dije antes, que hay gente que busca el amor afuera, y que “creen encontrarlo”, pero solo lo creen porque no lo encuentran realmente. Esto último, es como si le dijeras a un ciego que no conoce lo que es un caballo, que buscara un caballo sin conocerlo. ¿Qué haría entonces el ciego? Pues te preguntaría cómo es un caballo, pero… el ciego nunca ha visto ni tocado un caballo, de modo que puede estar tocando a un asno y confundirlo con un caballo o quizás, puede suceder algo aún peor… El ciego podría confundir un toro con un caballo…

En el fondo, no puedes decirle a alguien que busque afuera lo que no conoce adentro. El ciego entonces, reconocería a un caballo si lo hubiera conocido antes… Pero si no tiene ni idea de cómo es un caballo, nunca podría saber si hay uno de ellos afuera y lo mismo sucede con el amor. Se confunde el apego con el amor, y entonces, se protege al apego pues se le considera como un tesoro valioso y muy difícil de encontrar. Pero la verdad, solo se tiene a un sucedáneo, que en realidad, no se acerca en nada al verdadero amor.

Toda relación, sea de amistad, de pareja o familiar, tiende a tener un halo de apego. Y es impresionante, ver y sentir, que cuando retiras ese apego en la relación, el amor lo único que hace es crecer y expandirse.

Ahí es cuando descubres que el apego en realidad es un obstáculo para el amor. El apego no es lo que deberías conservar, pues como ya sabes, es una limitación. Y descubierto ya esto, pregúntate cuál es la carencia que estás intentando llenar con dicho apego. Esa es la clave para empezar a soltarlo.

Sin embargo, desapegarte de algo o de alguien, no necesariamente requiere separarte del objeto del apego. Ya que, alguien puede vivir apegado a su pareja, y sin separarse de ella, puede desapegarse de la misma. Veras entonces, que cuando haces esto, lo único que ocurre es que tú amor por tu pareja aumenta, y paradójicamente, la conexión con la misma aumenta ¡aún más! Mucho más que cuando había apego.

Finalmente, considera lo siguiente: El amor siempre es libre, y esto significa que es sin apegos. Pues lo que es amoroso, no tiene limitaciones ni carencias. El amor siempre es completo, y pleno en sí mismo. Nada necesita.

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