Libretas de Ahorro del Banco Estado: “Ir por Lana y salir Trasquilado”

19 Marzo 2010
Una actualización de saldo en la libreta ocasionó un mal rato. De cliente pasé a deber dinero a esta institución. Y tuve que depositar $400 para no aparecer en el sistema financiero. Por Verónica Grunewald
Veronica Grunewald >
authenticated user Corresponsal

El terremoto del sábado 27 de febrero además de todas las consecuencias ya conocidas y otras que poco a poco salen a la luz pública, provocó en muchas de nuestras casas, el movimiento violento de carpetas, fotos, libros y recuerdos que albergábamos en escritorios, libreros y otros muebles.
Me sucedió que entre todos los papeles y documentos dispersos por la casa, encontré mi libreta de ahorro del Banco Estado. Con algo de nostalgia la abrí, ya habían pasado 7 años y la libreta aparecía como una valiosa reliquia, después de todo, tenía “reconocimiento de antigüedad” de varios años antes. Mi saldo era de $3.480 con fecha 4 de febrero de 2003.
Como nos encontramos en un período de vacaciones casi obligadas, decidí hacer la correspondiente fila en la Sucursal del Banco del Estado de Chiguayante. Con custodia por parte de diligentes soldados, los clientes ingresábamos en pequeños grupos. De paso, los que hacíamos la fila observamos que estaban botando basura en el patio trasero del banco, que además funciona como estacionamiento. Entre la basura se apreciaban curiosas banderitas rojas amarradas a unas tiras de cañerías pláticas color naranja, las banderitas tenían impresa la palabra FREI.
Al interior, el acostumbrado orden de los bancos a las 10 de la mañana. Le expliqué al funcionario que no quería sacar dinero, sólo esperaba actualizar mi libreta, para saber cuanto tenía. El empleado del Banco tomó la roja libretita, digitó unos datos en su computador y la acomodó en una impresora que en poco más de un minuto, arrojó un saldo de $-228. Es decir, estaba debiendo al Banco Estado la suma de doscientos veintiocho pesos.
El empleado me ofreció cambiar mi cuenta a una “Cuenta de Ahorro Platinum” pues ese tipo de cuenta “no descontaba ningún valor” solo tenía que depositar, “aunque sea mil pesos”. Como le pedí cerrar la libreta, el funcionario bancario me explicó que no era posible en ese momento, que debía depositar $500 pesos y esperar unos 20 días, que es cuando se regularizarían los cargos, de no hacer el depósito “corre el riesgo de tener problemas en caso de pedir un préstamo, le aparecerá la deuda”, me explicó. Conmocionada todavía con el terremoto y las imágenes de Concepción y Talcahuano destruidos, me puse en la fila interior para las cajas. Deposité $400.

Dicen que cambiaron las leyes para los depósitos, pero recuerdo también haber oído desde niña que el Banco Estado era sinónimo de seguridad. Cierto, $3.480 es poco significativo, pero siento que el saqueo trascendió las murallas de los barrios y llegó a ciertas instituciones. Si usted tiene guardada una libretita roja del Banco Estado, tenga cuidado, no vaya a ser que termine en DICOM.

Comentarios

Imagen de Isidora

Es que los bancos nunca

Es que los bancos nunca pierden plata... siempre buscan como sacarte una tajadita extra.