¡Hola! Navegando me encontré con una invitación a... todo el mundo, para participar en la creación de un libro digital e impreso, cuyo foco se centra en el llamado aprendizaje invisible.
Personalmente, pienso que la idea es interesante, contiene en sí mismo el poderoso concepto de las aldeas de conocimiento, la contribución de ideas, la construcción de un verdadero repositorio...
Mientras sigo leyendo más y más documentación, caigo en cuenta de algo... Digamos que estamos en el Pleistoceno y que descubrimos/creamos una herramienta, el reloj de pulsera. En esa misma época, algunos de los que ven los relojes se dedican a "filosofar" sobre el tiempo... otros a crear estrategias para ponerse de acuerdo y coordinar acciones... otros a defender el "mirar el sol"... el punto es que observo que muchos caen en el primero de este grupo, que no es para nada desdeñable, pero que, sin embargo, se estanca en el concepto y no en la utilidad. ¿Odio a los teóricos? para nada, en ciertos ámbitos también lo soy, pero lo que veo, es que estamos en una época distinta... las tecnologías avanzan demasiado rápido en comparación a la determinación de conceptos que las definan. Actualmente, el uso de tal o cual herramienta es la que dicta su crecimiento o su extinción. Sin ir más lejos, los lenguajes de programación (el "concepto" presente detrás de cada software, conexión a internet, etc.) entre los \'70 y mediados de los \'80 se multiplicaron y pronto fueron cayendo en desuso, sobreviviendo solo unos pocos hoy en día (los que mutaron al incluirse el contenido web).
Mi conclusión es que debemos tener cuidado de caer en la extrema teorización, ya que, cuando nos pongamos de acuerdo en un concepto, ya estaremos teletransportándonos... lamentablemente, por así decirlo, las leyes que rigen la educación se nutren de estos conceptos y veo con pesar que si aquellos que toman las decisiones se quedan en conversar acerca de las e-competencias, e-lo-que-sea, ¿cuando veremos el avance que queremos en las aulas?