El Caleu de Marco Enríquez-Ominami

El Caleu de Marco Enríquez-Ominami

24 Diciembre 2009
Muchachos, a MEO no le interesa conseguir acuerdos. No dirá las palabras mágicas que esperan, como tampoco habrá fotito de sonrisa impoluta. Por Matías Carrozzi
Matias Carrozzi >
authenticated user Corresponsal

Claro es que las seducciones de los candidatos en esta etapa están rigurosamente dirigidas a conquistar los corazones de los votantes de quienes se quedaron en el camino el 13 de diciembre pasado, por ello no es raro ver como de un lado y del otro se apresuran a nutrir sus programas, con más o menos ambigüedad, con los contenidos propuestos por los infortunados ex aspirantes a La Moneda. Pero los coqueteos con ese 20% de electores, aún huérfanos, se ve afectado por las recientes declaraciones y nuevas solicitudes del primer marido.
Cuando Marco Enríquez-Omimani comenzó su gira por los medios de comunicación la semana pasada, muchos esperaban que la firma de divorcio fuera definitiva y como buen ex marido, dolido por el fallido matrimonio, diera luces de qué hacer y qué no a los nuevos pretendientes, algo así como una recomendación para que no metan las patas. Pero no, al más puro estilo Ricardo Lagos Escobar, el ex candidato anunció que si quieren su firma deberán convencer a la Presidente Michelle Bachelet de enviar al Congreso las modificaciones y proyectos de ley para materializar sus amenazas, por nombrar algunas, aumentar a 8% el royalty minero y la desmunicipalización de la educación. Es decir, de una y otra forma, Marco pretende que la “procesión a Caleu” ahora se dirija a La Dehesa. Plop.
Si bien Bachelet ya lo mandó a freir monos, queda de manifiesto aquella sentencia que propuse en una columna sobre que el principal beneficiado de una derrota del Gobierno el 17 de enero próximo es precisamente el mismo Enríquez-Ominami. ¿Para qué insistir entonces?. Muchachos, a MEO no le interesa conseguir acuerdos. No dirá las palabras mágicas que esperan, como tampoco habrá fotito de sonrisa impoluta. No señoras y señores, el Diputado quiere que le supliquen. ¿Serán capaces los señores Eduardo Frei, Camilo Escalona y Juan Carlos Latorre de ir a reclinarse a La Dehesa y pedir clemencia a don Marco?.
Pero dejemos tranquilo, por ahora, a Enríquez-Ominami para ver como el más urgido pretendiente de Marco tampoco manifiesta saber muy bien como coquetear con su electorado. Como si fuera su primer “carrete” sin la supervisión de los padres, Eduardo le pisa nervioso el vestido a la chiquilla anunciando incorporaciones programáticas bastante imprecisas. En vez de expresar claramente que “incorporará” aquello, sale a decir que “se abrirá a discutir” aquello. En vez de indicar con fuerza que “agregará” esto otro, se muestra satisfecho con sólo anunciar que si llega a ser electo buscará los acuerdos para “ver si es posible avanzar” en esto otro. Bueno, no pretendo ponerme exquisito a estas alturas, pero por más progresista que se crea Frei, la peor caricatura del ser democratacristiano le sale por los poros, restándole credibilidad a las promesas.
Asimismo, la bipolaridad de Frei -que le diagnostiqué hace un tiempo- le está jugando una mala pasada al oficialismo y es que sumar adherentes en estas dos semanas que quedan de campaña (saco la pascua y el año nuevo) desespera aún más a sus simpatizantes que preocuparse por temáticas político-partidista. Es decir, mientras Eduardo anuncia un sendo acuerdo con el Partido Comunista para “garantiza” el apoyo de estos en la segunda vuelta, amplios sectores de la Concertación manifiestan sus pataletas en la voz del Diputado Jorge Tarud, quien en rimbombante declaración echó por tierra los 120 cargos negociados con el PC en un eventual Gobierno de Frei y dijo que no hay espacio para incorporarlos a la Concertación de Partidos por la Democracia. Convengamos además que era innecesario dicho anuncio, ya que es previsible que respetando su conducta histórica, el PC finalmente apoyará al candidato de Gobierno.
Sumémosle que mientras su propaganda emerge con una mística estupenda (la radial por lo menos), el Senador sale todos los días a atacar a su adversario, Sebastián Piñera. Que el dinero, que su entorno, que los derechos humanos, que el mercado, que etc. a riesgo de que le caigan de rebote con igual vehemencia y equivalencias. Es decir, en el tema de las platas, a Piñera le sacan las Inversiones Santa Cecilia, pero ¿qué pasa con las Inversiones Saturno de Eduardo Frei?. En el tema de los derechos humanos, a Piñera le sacan que sus seguidores representan a la dictadura de Pinochet, pero ¿por qué siendo Presidente de la República Eduardo Frei se negó a recibir a Sola Sierra en representación de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos?. Moraleja muchachos: las campañas de ataque no ayudan ni aportan a nadie y por siútico que suene la frase, uno sabe donde comienzan, pero no donde terminan.
Por último, consideremos que estamos a horas de celebrar el nacimiento de Jesús y ello es razón más que suficiente para dejar de lado los garrotes y sumarse al ruego popular de orar por Chile, su gente y el bienestar de todas y todos sus hijos. Después seguimos hablando de Marco, ¿ya?.