¿Quién da más por el 20% de Marco Enríquez-Ominami?

22 Diciembre 2009
Mientras Frei se preocupa de la política partidista sin acceder a sacar a los presidentes de la Concertación, Piñera se arriesga sumando ideas progresistas de MEO a su plan de Gobierno. Por Matías Carrozzi
Matias Carrozzi >
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Si aún alguien tenía dudas sobre cómo masticarían (o interpretarían) los comandos y sus partidos políticos el mensaje lanzado por Marco Enríquez-Ominami en la primera vuelta presidencial, podrán sacarse un gran peso de encima al verificar que hay dos enfoques, a mi juicio muy diferentes entre si, del “enigma del 20%” y es que después de meditarlo mucho, supongo, Eduardo Frei confirma su deseo de fraccionar al país entre buenos y malos, derechas e izquierdas, blancos y negros, al incorporar sólo parte de las reformas políticas de MEO a su promesa, mientras que Sebastián Piñera, incluso a riesgo de ser crucificado por algunos sectores de la UDI y RN, se comprometió al incorporar a Paul Fontaine (ex jefe económico del Diputado) a impulsar las tres ideas fundamentales del programa de Marco, como es el royalty a la minería, la rebaja tributaria a las personas, la gratuidad en la educación pública y las iniciativas pro pymes. Es decir, mientras uno se preocupa de la política partidista sin acceder al principal anhelo de los meístas (la salida inmediata de las directivas de los partidos de la Concertación), el segundo se expone a los suyos agregando ideas progresistas a su plan de Gobierno.
En una larga, pero muy entretenida entrevista, del abogado y Director de la Radio Bio Bio, Tomás Mosciatti, Marco Enríquez-Ominami enumeró claramente qué cosas tendrían que suceder para conquistar su apoyo. Si bien a priori sentenció que ni Frei ni Piñera representan el cambio que el sueña, cuando se le preguntó por quién votará en segunda vuelta, su decreto literal fue: “si en la papeleta veo reforma tributaria, educación pública gratuita, cambios en las directivas de los partidos, (lo) anunciaré, no tengo ningún problema (en decir) por quien voto.” Agregó que él apoyaría a quien escuche las demandas de sus electores, al tiempo que volvió al ataque con aquello de “si renuncian los timoneles de la Concertación hay posibilidad de acuerdo”. Pero bueno, ya sabemos que eso no ocurrirá como quieren algunos porque su amigo Camilo Escalona y Juan Carlos Latorre se negaron a dejar sus puestos en beneficio del codiciado convenio.
¿Qué lectura harán de este mensaje los votantes?. Lo más divertido de todo esto es que de la lista entregada por Marco Enríquez, el candidato que más ha incorporado a su oferta es Sebastián Piñera y no el “heredero” de la Concertación como sería la lógica del discurso oficialista.
A su vez y pese el griterío y pifias de los cerca de cinco mil fanáticos que llegaron hasta el court central del Estadio Nacional para el lanzamiento de la campaña de Frei en segunda vuelta, Gárgamel y el Caco se hicieron los sordos y ojo, no lo digo sólo simbólicamente. Si hasta Pepe Auth amenazó con que les regalaría audífonos. Y es que el escándalo no pasó desapercibido. El reclamo no puede minimizarse ya que los asistentes son precisamente aquellos que, digan lo que digan, votan y votarán por la Concertación. Los dirigentes de base como les dicen. Es decir, hasta los más incondicionales ven en la rigidez y soberbia de sus lideres la principal amenaza para la continuidad de la coalición oficialista. Loco asunto, pero bueno, los dados están lanzados y extrañamente no se aprecia en el horizonte cambios significativos en este sentido, ello aún las recomendaciones de insignes personajes de su entorno más cercano.
Pero hay otros indicadores que me llamaron poderosamente la atención del candidato Frei esta semana. Se supone que por instructivo entregado ni bien asumió la Carolina Tohá la jefatura del comando, el Gobierno y cía. hará todo para poner en el tapete que esta elección es contra el “poder del dinero”, cosa curiosa porque así como se le enrostra a Sebastián Piñera mantener participaciones accionarias en empresas relevantes, en su mismo comando anuncian con jolgorio la incorporación de personas que también tendrían similares “conflictos de interés”, como por ejemplo el caso de la electa senadora por el Maule sur, Ximena Rincón, quien es miembro del directorio de la AFP Próvida. Ohhhhh, que horror, Dios mío. ¿En qué quedamos entonces Eduardo?.
A ver, el punto que quiero resaltar con el sarcástico comentario es el doble estándar con que mira la Concertación este asunto de ser empresario o profesional exitoso. La contradicción de Eduardo Frei al querer jugar con fuego y al mismo tiempo no tener puesto un traje antiflama. ¿Se entiende?. Porque seamos francos, todo Chile sabe dónde tiene Sebastián Piñera las lucas, pero ¿sabemos aquello de los que hoy apuntan con el dedo indignado y regordete?.
La desesperación por atraer a los votantes de Marco Enríquez-Ominami está dejando demasiados residuos en el aire y se nota en el eslogan “escuchamos la voz del pueblo” un engaño comunicacional del porte de un buque. No hay más que un mal maquillaje y peor aún, aplicado a último minuto.
Triste escenario para una coalición que logró grandes cosas para Chile, pero que hoy se ciega tan sólo por la urgencia de retener el poder a toda costa.