De este modo y, a través de una plataforma por la libertad religiosa llamada CitizenGO, los ciudadanos piden a la multinacional de contenidos audiovisuales la retirada inmediata de la película. “Estamos en plena Navidad, una época de encuentro, de reconciliación, en la que conmemoramos el nacimiento de Jesús y es justo ahora cuando Netflix decide sacar en su plataforma esta película que humilla a los cristianos”, denuncia el portavoz de CitizenGO, Ignacio Arsuaga.

“Es un agravio directo a la fe de todos los cristianos. No podemos dejar que pisoteen nuestras creencias más profundas de esta manera, y mucho menos en este momento del año, tan intenso para todos los creyentes. Si no hacemos nada, los ataques indiscriminados seguirán, y probablemente crecerán.”, añade. 

La campaña de CitizenGO va dirigida al fundador y CEO de Netflix, Reed Hastings y en tan sólo una semana ha logrado el apoyo de más de un millón de ciudadanos. “Este tipo de producciones siempre han sido blasfemas y utilizan la ‘libertad de expresión’ como una táctica para atacar, criticar y desensibilizar al público sobre la blasfemia y la burla de la fe. Lo que Netflix no se esperaba es esta gran movilización ciudadana. Sin embargo, debe responder o será cómplice de una película que se burla de los cristianos”, concluye Arsuaga.