La inclusión como eje en la conmemoración del Día Mundial del Síndrome de Down

La inclusión como eje en la conmemoración del Día Mundial del Síndrome de Down

21 Marzo 2013
"Trabajando juntos, podemos ayudar a construir un mundo equitativo, justo e incluyente que celebre la diversidad, esté exento de discriminación y ofrezca iguales oportunidades para todos", señala el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
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La Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. Sin embargo, la discriminación contra las personas con síndrome de Down y sus familias existe en muchos niveles. Esto perjudica no solo a las personas que se ven directamente afectadas, sino también a toda la sociedad.

Las personas con síndrome de Down se enfrentan a menudo con el estigma y la segregación, el maltrato físico y psicológico, y la falta de igualdad de oportunidades. El círculo vicioso de la exclusión puede comenzar a muy temprana edad para tantos niños con síndrome de Down a quienes se les niega el acceso a una educación normal, o incluso a todo tipo de educación.

En la vida laboral, los estereotipos contra las personas con síndrome de Down a menudo significan que se les niegan oportunidades de formación profesional y su derecho al trabajo. En el ámbito político y público, a las personas con síndrome de Down y a otras personas con discapacidad intelectual se les suele privar de su derecho a votar y participar plenamente en el proceso democrático.

La Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad  reafirma que dichas personas, incluidas las personas con síndrome de Down, deben gozar de los derechos humanos en igualdad de condiciones con las demás. El 23 de septiembre, la Asamblea General celebrará una Reunión de Alto Nivel sobre Discapacidad y Desarrollo para asegurar que en todos los futuros planes de desarrollo se contemplen las perspectivas de las personas con discapacidad, incluidas las personas con síndrome de Down.

Con el debido apoyo y suficientes oportunidades, todas las personas que viven con el síndrome de Down pueden desarrollar su potencial, disfrutar de sus derechos humanos en un pie de igualdad con las demás personas y hacer una contribución importante a la sociedad. Por consiguiente, debemos redoblar nuestros esfuerzos para crear condiciones de empoderamiento que permitan una participación fructífera de las personas con síndrome de Down. Trabajando juntos, podemos ayudar a construir un mundo equitativo, justo e incluyente que celebre la diversidad, esté exento de discriminación y ofrezca iguales oportunidades para todos.