Ingreso a clases: Un paso a lo académico, un dolor de cabeza para el consumidor

27 Febrero 2012

Además del precio y la oferta, también ojo en los otros aspectos de la lista de útiles escolares. Por Pablo Rodríguez Arias, presidente FOJUCC - Chile

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Ya los días en que el sol nos era amistoso y los paseos eran panorama de cada día se acabaron: se inicia el año escolar y con ello la compra de los útiles escolares necesarios para el mejor desempeño de la actividad académica. Las listas son diversas dependiendo el establecimiento educacional y la oferta que existe en el mercado es más diversa aun, desde productos nacionales hasta los clásicos importados. Es acá donde hay que tener mucha precaución al momento de la compra y preferir aquellos que cumplan con las normas y especificaciones de calidad que están normadas y certificadas. Ejemplo de estas normas son la Norma Chilena de Seguridad (NCh) 2868, Of 2004, referida a los blocks de dibujos; NCh 2628, Of 2001, referente a témperas y acuarelas para uso escolar; NCh 2587, Of 2000 referida a los requisitos de la plasticina y otras normas que desde el año 2000 comenzaron a implementarse en nuestro país. Para mayor información de esto se puede acudir al sitio en internet de CESMEC[1]

Sin perjuicio de lo anterior, este no es el único tema que surge como eje de la compra de los útiles, ya que también acá es importante recordar al consumidor y consumidora el Derecho que le asista a la libre elección de bienes y servicios para la satisfacción de sus necesidades, constituyendo una práctica ilegal y muchas veces frecuente el obligar a los apoderados de determinados establecimientos educacionales la compra de una determinada marca de útiles escolares. El artículo 3° de la Ley 19.496 (Ley del Consumidor) es categórico cuando concede el derecho a la libre elección y sanciona al proveedor que atente contra ese derecho. Es por ello que hacemos un llamado a cotizar, a comparar precios en las diversas tiendas y elegir aquellos que sean más accesibles a su presupuesto, pero además, que cumplan las normas de calidad y no constituyan un riesgo para la salud de los estudiantes; así como también optar por ahorrar y reutilizar útiles de años anteriores, o comprar los libros en las tiendas de venta de libros usados, los cuales son de menor valor.

Finalmente, otro tema que queremos alertar y contribuir a su reflexión en su solicitud son los créditos de consumo que muchas veces los vemos como el “salva-vidas” a las costosas listas de útiles escolares, uniformes y matrícula. La recomendación que FOJUCC entrega a los consumidores y consumidoras es al ahorro y evitar la solicitud de estos créditos de consumo. Sin embargo, frente a la inminente realidad de tener que solicitar uno, recomendamos cotizar muy bien las condiciones en las cuales se me ofrece el crédito, ya sea desde las cláusulas que contenga el contrato, si me están ofreciendo otros servicios “forzados” a la celebración del prestamos de consumo, el costo total del crédito (incluyendo sus intereses y otros gastos asociados), la tasa de interés que me ofrecen, así como también los documentos anexos que hagan firmar.

Sin perjuicio de todo lo anteriormente señalado, hay otros antecedentes los cuales pueden encontrarlos en www.fojucc.cl; www.sernac.cl; www.sbif.cl.

Sólo informando e informándonos podremos adoptar decisiones que serán primordiales en nuestra vida, en nuestro futuro y en el progreso de nuestro país.

Por Pablo Rodríguez Arias, presidente FOJUCC - Chile.