Los Archivos del Cardenal: Sebastián Acevedo y el sacrificio por sus hijos

El 11 de noviembe de 1983, Sebastián Acevedo, llegó al Arzobispado de Concepción, para pedir informaciòn y ayuda para sus dos hijos detenidos por la CNI, María Candelaria y Galo Fernando. 

En el frontis de la catedral de Concepción, comenzó a pedir información y ayuda para encontrar a sus hijos, empezó a amenazar con que se inmolaría y tal como consta en una narración de la epóca, " “Miren, no se atrevan a cruzar hasta aquí, porque si lo hacen, me enciendo”. Y exhibe en su mano derecha un encendedor que acerca amenazante a su cuerpo ya empapado con bencina y parafina. Y explica Sebastián: “El oficial no me creyó. Parece que a los uniformados les cuesta creer en la palabra de los civiles. No me creyó. Avanzó hacia mí y yo me encendí”.

Sebastián Acevedo fue llevado al hospital de Concepción donde pasó unas últimas horas angustiantes sólo se pudo despedir de Marìa Candelaria que fue liberada por unas horas por la CNI para poder hablar mediante un citófono con su padre. 

Acevedo falleció ese viernes.... y el poeta Gonzalo Rojas, le dedicó una obra:

"Sólo veo ahí llamear a Acevedo
por nosotros con decisión de varón, estricto
y justiciero, pino y
adobe, alumbrando el vuelo
de los desaparecidos a todo lo
aullante de la costa: sólo veo al inmolado."