Hidroaysén: las omisiones del sistema que lo permitió

Por Andres Gillmore, secretario y vocero de Corporacion Costa Carrera

Resultaron interesantes los dichos del nuevo ministro de economía Pablo Longueira la semana pasada, donde en una entrevista concedida a la tercera.cl con referencia directa al problema energético en el pais dijo textual: “me parece increíble que una nación chica como la nuestra, no sea capaz de usar estos recursos hídricos (refiriéndose al proyecto HidroAysén) que son energía limpia”. El ministro sin querer dio en el clavo del verdadero problema de la intención de HidroAysén, el verdadero dilema que ha suscitado el proyecto para el gobierno y para la ciudadanía en general: reveló sin tapujos que la empresa, el gobierno y la ley que se aplica en estas circunstancias no han estado a la altura de las circunstancias, con un proyecto vanidoso, que se aduce una importancia que no es tal, en un territorio de importancia vital para el país como lo es la cuenca del Baker en la region de Aysén.

 Eso es lo increíble de la situación, que no se entiende que lo expone tan bien el ministro Longueira y de cara al pais, de un proyecto energético que es totalmente contradictorio en un pais que se supone es de gente seria, profesional y responsable “lideres del conocimiento” y con un alto porcentajes de profesionales con posgrados y doctorados que no han dado pie con bola, que a pesar que HidroAysen se reconoce así mismo( lo dicen ellos) como una empresa seria y de alto nivel de gestión internacional, hecho que lo repite incansablemente su vice pdte ejecutivo Daniel Fernández, la verdad no ha podido dar cuenta del recado, presentando al comité de evaluacion ambiental el CEA Aysen, un estudio deficiente sin las condiciones  básicas y elementales de lo que se pide y se le exige en estas circunstancias a una empresa transnacional, que pretende un emprendimiento de esta magnitud, en una region fronteriza y estratégica, llenas de cuencas compartidas con la Argentina.

El estudio carece de muchas explicaciones ante muchas interrogantes de índole social, económica, cultural y de leyes internacionales que no se han respetado al evaluar el proyecto y que el gobierno no ha tenido la capacidad de exigir su cumplimiento. Entre otras cosas, por realizarse en una cuenca bi-nacional compartida con la Argentina, al proyecto HidroAysen se le debería hacer un pre-estudio de factibilidad en común, previo al desarrollo de una intervención de la cuenca del Baker, como lo manda el tratado suscrito con la Argentina en el año 1991 numero 67, publicado en el diario oficial el 14 de abril de 1993, bajo el protocolo especifico adicional sobre recursos hídricos compartidos, tratado que no se ha respetado hasta la fecha en una clara irregularidad internacional. Tampoco el estudio explica en forma seria, responsable y profesional, de cómo el proyecto pretende enfrentar la intención de represar el rio Baker, con los acontecimientos que han venido sucediendo en los últimos cuatro años en el rio Baker, producto que el lago Cachet 2 en los campos de hielos norte, en el glaciar colonia que se conecta con el rio Baker, producto del calentamiento global, este lago de origen glaciar ha estado inundando el rio Baker con sus 2000 mil millones de litros cúbicos, con un fenómeno hoy conocido bajo el nombre científico “GLOF” de origen nórdico, que en cortas 12 horas inunda extensas aéreas de la costa del rio Baker, poniendo en peligro a los habitantes del sector, que es precisamente donde estarían ubicadas dos de sus posibles represas Baker 1 y Baker 2. Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta  como la empresa lidiara con el fenómeno del vaciamiento que es de verdaderas proporciones, impactando poderosamente en el curso normal del rio Baker, que producto del rebalse cambia su cauce natural a pesar de ser el rio Baker el de mayor caudal de Chile, de aguas abajo como debe ser, ha aguas arriba por mas de 14 intensas horas arrasando con lo que encuentra a su paso, en un hecho natural de proporciones, que aun esta en estudio por parte de científicos de Chile y el mundo, denominado proyecto “centinela”, que son los encargados de monitorear dia a dia los sucesos que ocurren en el glaciar colonia en el caso especifico del lago Cachet 2 y sus vaciamientos. 

El estudio de impacto ambiental de HidroAysen sorprendentemente no ha reconocido el fenómeno en lo mas mínimo y menos ha expuesto en como lidiara con los vaciamientos y las inundaciones. Las autoridades evaluadoras del CEA, al parecer no sabían de este suceso a pesar de vivir en Aysén y han hecho la vista gorda de algo tremendamente importante, lo que pone una nueva sombra al estudio presentado.

Hoy el proyecto pretendido por HidroAysen y no nos cansaremos de decirlo, tiene innumerables fallas, que se sustentan básicamente en la falta de sentido común de una ley que permite que una misma empresa haga su propio estudio de factibilidad, en este caso su estudio de impacto ambiental, cuando lo lógico seria que este estudio debería ser realizado por el estado de Chile, atraves de una universidad respetada nacional o internacional, que de manera neutral, objetiva, científica y profesional estudiara los hechos y los expusiera sin tapujos. Ley que ha sido mal pensada, mal estudiada y mal evaluada por nuestros legisladores, que ha permitido la aberración total que un estudio que carece de información científica solo sustentado en supuestos, haciendo caso omiso de innumerables factores de importancia vital que no han sido tomados en cuenta, hayan permitido que en una primera instancia pasar la barrera a un proyecto sin garantías y deficiente. Por eso la pregunta de nuestro ministro de economía es clara y contundente y nos debe llevar a reflexionar sobre ello: “es increíble porque una nación chica como la nuestra, no es capaz de usar sus recursos hídricos”, eso es así señor ministro, simplemente porque la ley es mala, permite irregularidades en los protocolos y las evaluaciones, ella debe ser cambiada si queremos de verdad aprovechar nuestros recursos hídricos de manera sustentable y de cara al futuro, en un pais que no puede pretender justicia social, si no tiene justicia ambiental.