La paulatina desaparición de sus cánticos y sonidos característicos ofreciendo sus servicios por nuestros barrios tocó la sensibilidad del fotógrafo Guillermo Salgado. Se decidió a rescatar la historia y la imagen de 20 personajes con oficios que están quedando en desuso en la vida moderna.

Guillermo Salgado Sánchez presentó su libro y fotografías que, según cuenta, constituye “un homenaje en vida” a quienes han trabajado por décadas y que hoy en su mayoría son sin discípulos para traspasar su disciplina.

“Viñetas de la Modernidad: Oficios en Extinción” se llama la exposición que presentó en la Biblioteca Municipal de Concepción, ante un público en el que estuvieron algunos de los retratados.

En total son 20 oficios, como sastre, afilador de cuchillos, relojero, peluquero, vendedor de carbón, acomodador de cine, zapatero, vendedor de algodón, una componedora de huesos, un luthier de arpas, un forjador en metal, entre otros.

“Son personas de mucha edad y es un homenaje en vida para que ellos se sientan realizados de alguna forma y que la gente conozca su trabajo que está desapareciendo”, dijo y explicó que esta intención quedó plasmada en una muestra de 30 fotografías y en un libro de 96 páginas, de los dejará ejemplares en cada lugar que recorrerá la exposición para que puedan verlos quienes no alcancen a asistir. 

“En esta oportunidad hice el libro en inglés y en español para que se pueda transmitir toda esta idiosincrasia de la región a visitantes de cualquier parte del mundo”, comentó.  Agregó que también realizó videos para difundir en redes sociales, con las fotos, sus voces y sonidos característicos para identificar a cada personaje, dando mucho más potencia al registro.

Uno de los personajes es Clara Ramírez, componedora de huesos, que aprendió el oficio familiar a los 14 años través de su bisabuelo, su abuelo y su padre. “Siempre llegaba mucha gente a la casa, deportistas, por ejemplo, y yo era siempre la que lo acompañaba, llevando las venditas, el alcohol, y observaba lo que él hacía”. Lleva 31 años en este ejercicio y atiende en Tomé y en Concepción con una clientela que ha ido variando “porque estop se asociaba a la gente del campo, a las tribus originarias, era como para la gente que no vivía cercana a los hospitales, pero ha ido cambiando y hoy mi público es muy variado, desde alguien que barre una plaza hasta un médico”.

Como los demás retratados valora mucho el trabajo de Salgado con este proyecto. “Es algo que no se traspasa hoy día de generación en generación, porque la gente joven ya no le llama la atención y ha sido desplazado por lo moderno”.


La muestra estará en la Biblioteca Municipal hasta el 23 de marzo. Después se irá a dos liceos de Tomé, al Colegio San Agustín, a la Aula Magna de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y varios otros puntos. Quienes se interesen por contar con esta exposición pueden contactar directamente a su autor por la idea es que la mayor cantidad de personas y especialmente los niños puedan conocerla.