Originalmente publicado en Kiss my Bit
Entendamos como Generación No-Digital a mi mamá y mi abuela (o las de ustedes). Es decir, aquellas bellas e inteligentes personas que saben mucho de la vida pero que recién vienen a descubrir el maravilloso mundo de internet.
Muchas veces me piden ayuda con cosas en el computador, la cual obviamente les brindo pero no sin antes desesperarme; no tengo demasiada paciencia. Mi método de enseñanza comprende básicamente escuchar qué necesitan y tratar de no hacerles todo. Es así como he visto algunas tiernas aberraciones:
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Usar Google como navegador:

saben que tienen que abrir un navegador para poder ingresar a internet, el cual normalmente es Internet Explorer… Entonces, cuando las convences de que utilicen Mozilla -que “sirve para lo mismo, pero es mejor y además… ¡no se te ocurra abrir explorer en mi computador!”- abren Google y paf! escriben la dirección en el buscador. Les explicas, pero de todas formas cada vez que quieren entrar a una página nueva vuelven a google y escriben la dirección ahí.
- Creer que los mails son páginas web: en este caso excluyo a mi amada madre, que ya está casi experta en Gmail. En el caso de mi abuela, ha sido un largo camino explicarle que en efecto “no se pueden ver los mails”. Que tenemos que enviar uno para recibir respuesta y eso es lo visible. Juro que lo he explicado más de una vez, pero cada vez que le dan una dirección de correo me pide que se la revise. “Pero cómo no se va a poder ver si dice punto com”, reclama normalmente.
- Subestimar internet: Una vez que conocen Facebook y MSN porque todo el mundo habla de ellos, creen que lo único que haces en tu vida es revisarlos y ocuparlos todo el día. Entonces aparecen cosas como “estudia, trabaja o haz algo, estás todo el día en el computador” y cuando quieres explicarles que en realidad puedes estudiar y trabajar desde el mismo lugar, no se la creen del todo. Allá ellas.
- Sobre-estimar internet: Al contrario del punto anterior, hay veces en las que creen que puedes dominar al mundo desde tu silla. Es cierto que puedes sacar certificados, comprar entradas, pagar cuentas, hacer transferencias electrónicas y un largo etcétera. Pero cuando no tienes cuenta creada, una contraseña para internet o se te olvidó y probaste mil veces hasta que el banco te bloqueó el ingreso, ya no hay nada más que hacer. Lo siento, ¡suficiente!
- Humillarte inconscientemente a través de las redes sociales: subir a Facebook la foto donde estabas en el momento más obeso de tu vida, cambiando los dientes, bañándote, sentada en el baño parece ser su hobbie. Normalmente no tienen filtro con esas cosas e incitan al ciberbullying. De todas formas, pasando los 20 me da un poco lo mismo que mi mamá postee en mi muro con los sobrenombres que sólo ella me dice, pero si eso hubiera ocurrido a los 13, cuando estás en plena etapa de hacerte “la grande” por internet, hubiera sido aterrador.
¿Qué persona de tu familia es la más terca para entender internet y qué rabias o situaciones divertidas te hace pasar? ¡Comparte tu experiencia con nosotras!… Por favor.