No hay Salud en el Compín de Concepción: ¿Hasta cuándo con el atraso a las licencias médicas?

No hay Salud en el Compín de Concepción: ¿Hasta cuándo con el atraso a las licencias médicas?

09 Noviembre 2010
Ayer en la mañana, Eduardo Barría, intentó quemarse a lo bonzo debido al atraso del pago de sus licencias médicas. ¿Hasta cuándo los ciudadanos seguirán esperando una respuesta?.
Equipo El Conce... >
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El Compín se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza para los usuarios que deben retirar sus licencias médicas y ante la demora del sistema por hacer válidos los papeles ha colapsado el sistema. Y ayer, Eduardo Barría, molesto por el no pago de su licencia médica hace 8 meses, se roció con bencina en el cuerpo para quemarse a lo bonzo. Entre los guardias de seguridad y las personas presentes en el Compín, lograron persuadirlo para que no se prendiera fuego.
Eduardo Barría fue trasladado al hospital de Concepción a constatar lesiones. Lamentablemente las soluciones al tema de las licencias médicas tendrá que esperar hasta el próximo año, cuando se implemente la versión electrónica de éstas en los primeros meses para solucionar las 11 mil licencias que en la actualidad están en curso.
Pero por mientras ¿qué podemos hacer con el Compín? ¿cómo es que el remedio es peor que la enfermedad para los usuarios?.
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reclamos.cl
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Comentarios

Imagen de Victor Rodriguez O.

En primer lugar, el pago de

En primer lugar, el pago de licencias médicas no proviene del presupuesto de la nación, sino de la propia imposición mensual del trabajador, de su fondo de salud. No se saca del cobre, ni de los impuestos a las grandes empresas, ni del IVA, sino de la imposición del trabajador. No puede haber excusa para no cancelarlas.

En segundo lugar, hasta 1974, las cotizaciones de salud de los trabajadores se repartían entre el Estado (61%), el cotizante (19%) y el empleador (19%). En 1989, tras los geniales políticas neoliberales -las mismas que gobernaron con la Concertación y que hoy conducen las políticas de Piñera-, el aporte del Estado pasó de 61% a un 17%, el cotizante de un 19% a un 81% y el empleador de un 19% a 1,6%, por lo demás voluntario. La mayor parte del aporte a la salud, lo asume el propio trabajador, frente al escaso aporte del Estado, y al prácticamente nulo aporte del empleador. En el Chile actual, postconcertación, las variaciones son anecdóticas. Este fenómeno de desprotección social es mundialmente inédito. Solo se produce en países donde el ingreso per cápita es muchísimo mayor que el chileno, por ejemplo Finlandia.

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