Más de un año lleva en estas paupérrimas condiciones la plaza Salvador Allende de la comuna de Lota, donde solamente por el descuido de la municipalidad y la constructora a cargo de la obra, no se pudo finalizar la remodelación.
La plaza creada en el año 2006, sería un homenaje al presidente Salvador Allende y debía estar lista en enero del 2008. Todo se realizó bajo el mandato de Patricio Marchant en la alcaldía minera, pero una vez que éste abandonó el sillón comunal, a manos de Jorge Venegas, la actual administración tampoco ha realizado nada para hermosear el sector.
Es más en una ocasión señaló que no haría nada para terminar la plaza, ya que era proyecto del candidato anterior, una muestra de cero preocupación ciudadana.
En el tiempo de trabajo, éstos avanzaban a paso lento e incluso hubo una huelga de parte de los trabajadores, ya que no les fueron cancelados los sueldos por dos meses, lo que generó revuelo en la población.
Rencillas políticas entre el concejo municipal y el alcalde, permitieron que este lindo proyecto nunca finalizara y quedaran sólo resto de lo que es realmente la plaza, que además es el rodoviario de la ciudad donde los micros se dirigen a Concepción y Coronel, además de albergar a una flota de taxis.
Esta plaza ni siquiera cuenta con alumbrado público, es un foco de basura, además nunca tuvo el monolito a Salvador Allende, que se prometió y muchas otras cosas que se fueron quedando en el camino de la construcción, que hoy está totalmente abandonada y sin cuidado alguno.
Así ha pasado un año y medio donde “La plaza de los Aburridos” está en pleno anonimato, sin que nadie se preocupe de su realidad. La obra costó más de 800 millones de pesos al estado, dinero que sin duda fueron muy mal utilizados.
Es el más claro ejemplo de que en Chile todo se realiza a medias, sino pregúnteles a quienes hicieron está plaza. Las autoridades municipales sólo se quedan con el típico refrán “En Chile se olvida rápido”.