Estrés en los estudiantes: ¿Qué es lo que está ocurriendo?

Estrés en los estudiantes: ¿Qué es lo que está ocurriendo?

25 Abril 2010
¿Qué es lo que puede estar ocurriendo entonces en la vida de los estudiantes de hoy?, cuyas conductas son cada día más nefastas, irrespetuosas y desfavorables, por decir lo menos. Por Omar González
Omar Gonzalez >
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Comprender la realidad y saber qué hacer frente a innumerables situaciones de conflictos que viven los niños y jóvenes estudiantes de hoy, no siempre es tarea fácil, incluso contando con un completo Manual de Procedimientos, que en el ámbito escolar se denomina “Normas de Convivencia”, y cuyos principales objetivos están centrados fundamentalmente en los derechos y deberes de los estudiantes y en las características propias de la comunidad escolar, lo que se encuentra intrínsecamente relacionado con el “Proyecto Educativo”.
No obstante, el querer regular la conducta personal y social del estudiantil mediante una normativa, más que preocuparse de dar soluciones, diagnosticando y buscando reparar los tantos problemas que los estudiantes puedan experimentar, no siempre tienen el éxito deseado; los conflictos sociales especialmente aquellos que suceden al interior o exterior de la escuela suelen ser tan recurrentes que pasan a ser habituales como: el bullyng, el matonaje, mal trato, hostigamiento, intimidación, vejaciones, aislamiento social, violencia física, agresividad verbal y tantos otros. Todas situaciones que por desgracias podemos verlas frecuentemente como “alarmantes noticias” en los distintos medios de comunicación, sin encontrar las respectivas remediales, puesto que tales dificultades “no se solucionan para nada imponiendo derechos y deberes a los estudiantes”, al menos así lo he podido comprobar en mi experiencia como Orientador.
Pero, ¿Qué es lo que puede estar ocurriendo entonces en la vida de los estudiantes de hoy? , cuyas conductas son cada día más nefastas, irrespetuosas y desfavorables, por decir lo menos. ¿No será que la vida emocional del estudiante está siendo seriamente afectada y dañada por eso que los especialistas denominan ESTRES?. Valga entonces la siguiente reflexión.
En efecto, en este agitado y convulsionado mundo en que vivimos, el estrés pareciera ser sin duda un mal generalizado que aflige a mucho escolares, tanto niños como jóvenes, lo que se hace ver en síntomas como la fatiga o el cansancio permanente, actitudes negligentes, rebeldía, problemas en la concentración, tensión emocional, irritabilidad, inquietud, hiperactividad, insomnio, retraimiento, impulsividad, aislamiento, lentitud, nerviosismo, ansiedad, temores infundados y tantos otros.
En mi labor como Consejero Educacional u Orientador, los casos de alumnos que debo atender y que sufren diversos síntomas como los enunciados son cada vez más frecuentes. Un manifiesto estado de Estrés en menor o mayor grado, por lo general se hace presente a través del diagnostico
No obstante los padres de familia e inclusive algunos colegas no siempre suelen estar conscientes de este grave problema que afecta a los hijos estudiantes y así algunas conductas atípicas suelen atribuirse a comportamientos normales y propios de la edad adolescente, situaciones en las cuales en consecuencia se suelen cometer algunos errores de apreciación, con actitudes que abiertamente son injustas o al menos innecesarias, y que en nada favorecen al apoyo que requiere un estudiante con estrés, como por ejemplo; tomando medidas disciplinarias dentro o fuera del aula, llamándoles la atención por no poner la debida atención en clase, procediendo a expulsarles de la sala, registrando anotaciones con carácter negativo en los libros de clase, y por ultimo enviándoles a inspectoria para que se tomen otras tantas medidas tan o más arbitrarias y carentes de lógica como las antes nombradas, con llamados a los padres apoderados y suspensión de clases. Todas medidas que supuestamente tienden a corregir una actitud o eliminar la dificultad.
En consecuencia, creo firmemente que es muy importante señalar que el estrés, o cualquier otra situación que pueda alterar el estado emocional de un escolar, por lo general va asociado a diversos otros síntomas de salud física, que hay que considerar al momento de querer solucionar una situación conflictiva, poniendo especial atención en algunos síntomas como la falta de sueño, cierto grado de agresividad o sensación de estar sobreexcitado, sudoración excesiva, necesidades frecuentes de orinar, ansiedad o risa con nerviosismo, tendencia a ir de un lado a otro sin razón o incapacidad para adoptar una actitud relajada, muestras de obesidad o desnutrición, anorexia, bulimia u otras manifestaciones físico conductuales.
Todos signos que requieren previamente ser diagnosticados y luego establecer la remedial que sean más pertinente, dentro de la cual obviamente deberá estar la derivación al especialista que corresponda, puesto que no siempre los orientadores estamos capacitados para atender especialmente casos de estrés con relativo éxito, y en consecuencia el problema puede persistir e inclusive agravarse, pudiendo llegar a la depresión o a desórdenes bipolares que obviamente son conductas claramente mucho más delicadas.
Por suerte en el ámbito escolar, por lo general se suele contar con redes de apoyo a donde derivar casos con este u otro tipo de dificultades emocionales y en donde se dispone de personal especializado. No obstante los problemas que se observan a diario son muchos, y tales centros de atención no siempre son suficientes como para atender a tantos estudiantes con problemas.
Por otra parte, en el ámbito familiar, los problemas causante de estrés en los escolares suelen ser muchos, desde aquellos que son propios de la comunicación familiar, hasta aquellos que son inherentes a las múltiples dificultades que surgen dentro del hogar; problemas económicos, cesantía, conflictos de pareja, enfermedades, celos, malos ejemplos, incompatibilidad de caracteres, marginación, mal trato, discusiones, agresividad, irritabilidad, etc. Todos factores que son estresantes para cada miembro de la familia y en particular para el niño o joven estudiante
Por ello, más que referirme en forma extensa a este tema, con esta breve introducción, solo se desea una vez más, enfatizar acciones verdaderamente correctivas, puesto que esa permanente realidad en la cual por mi función estoy inmerso como Consejero Educacional”, me hace tomar conciencia de este grave problema del estrés en el estudiante, poniendo hincapié en que esta realidad es mucho más frecuente de lo que pareciera ser en el ámbito escolar, haciendo un reiterado llamado, tanto a la familia como a la comunidad escolar en general a estar atentos a cualquier tipo de síntomas que se puedan detectar respecto a irregularidades en el comportamiento personal y social de un estudiante, y no dejarnos llevar por las apariencias atribuyendo engañosamente algunas dificultades del comportamiento social, tan solo a un simple problema propio de la edad y manteniendo en consecuencia al estudiante dentro de un círculo vicioso, de donde les puede ser extremadamente difícil salir si no se cuenta con un necesario y especializado apoyo que cada caso amerite.
Tampoco podemos desconocer la posibilidad de que dentro de la vida social del alumno, en que se involucra la familia y las amistades propias del barrio en que éste viva, puedan existir también algunos malos hábitos, usos y costumbres, con presencia de alcohol y drogas que a veces suelen ser causas directas de trastornos no solo en la vida emocional del joven estudiante, sino también en lo social y en un estado de salud física general deficiente, expresados en problemas gastrointestinales y/o frecuentes dolores de cabeza, tristeza, apatía, sensación de inseguridad, extremada baja autoestima, retraimiento o aislamiento, higiene personal deficiente, apatía y cambios en la apariencia personal con descuido en la forma de vestirse o arreglarse y finalmente con graves expresiones y tendencias a conducta suicida.
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